LA HABANA, CUBA (16/JUN/2017).- Cuba rechazó el viernes lo que consideró una “retórica hostil” del presidente Donald Trump y aseguró que tiene la voluntad de mantener un “diálogo respetuoso” con Estados Unidos, que horas antes dio un giro en la política de acercamiento iniciada por el mandatario Barack Obama.“Nuevamente el Gobierno de los Estados Unidos recurre a métodos coercitivos del pasado, al adoptar medidas de recrudecimiento del bloqueo, en vigor desde febrero de 1962”, dijo un comunicado difundido por las autoridades a través de los medios de comunicación estatales.A la par rechazó que las mismas “como las restricciones de viajes y negocios potenciales” sirvan para impulsar una mejora en las libertades civiles en la isla.“Cualquier estrategia dirigida a cambiar el sistema político, económico y social en Cuba, ya sea la que pretenda lograrlo a través de presiones e imposiciones, o empleando métodos más sutiles, estará condenada al fracaso”, agregó el comunicado.El presidente Donald Trump anunció el viernes el restablecimiento de algunas restricciones económicas y de viajes de Estados Unidos a Cuba “que habían sido levantadas por el deshielo de las relaciones bilaterales durante el gobierno de Barack Obama” y desafió al gobierno de Raúl Castro a negociar un mejor trato para los cubanos y los cubano-estadounidenses.Tras anunciar la reversión de la apertura diplomática durante un discurso en Miami, el mandatario norteamericano dijo que Cuba había obtenido demasiadas concesiones de Estados Unidos por un acuerdo "equivocado", pero que "ahora esos días han terminado".Trump dijo que las sanciones sobre Cuba permanecerían vigentes hasta que el gobierno isleño libere a los presos políticos, deje de abusar de los disidentes y respete la libertad de expresión."Estados Unidos ha rechazado a los opresores del pueblo cubano", dijo Trump ante un auditorio atestado. "Son rechazados oficialmente hoy, rechazados".Las embajadas en La Habana y Washington permanecerán abiertas. Las aerolíneas de Estados Unidos y los cruceros seguirán autorizados a viajar a la isla, mientras que la política de "pies mojados, pies secos" que “permitía que la mayoría de los inmigrantes cubanos que llegaran a Estados Unidos permanecieran en el país y al final se convirtieran en residentes permanentes legales, algo a lo que puso fin Obama” no será restablecida. Tampoco se cortará el envío de remesas a Cuba.Trump describió las medidas como un esfuerzo para aumentar la presión para crear una "Cuba libre" después de más de medio siglo de comunismo.Al restringir los viajes individuales de estadounidenses a Cuba, la nueva política también conlleva el riesgo de restringir una importante fuente de ingresos para el sector privado de la isla, al que la medida pretende apoyar.Los detractores afirman que los cambios solo perjudicarán a los ciudadanos cubanos que trabajan en el sector privado y que dependen del turismo estadounidense para ayudar a proveer a sus familias. Quienes están a favor de la medida expresaron su gratitud al énfasis de Trump en el tema de los derechos humanos en Cuba.