Crecen las expectativas por visita de los Obama a París

PARÍS, FRANCIA.- Hay que retroceder a la era de John Fitzgerald Kennedy para recordar una anterior ocasión en que una primera dama estadounidense, y a la rastra, su marido presidencial, han sido aguardados con tanta expectativa en París.

¨Se codearán con sus homólogos de Francia, el presidente Nicolas Sarkozy y su esposa, la ex modelo Carla Bruni-Sarkozy, tal como los Kennedy lo hicieron con los de Gaulle durante la visita de 1961? ¨O se internarán por su cuenta en las calles de París, al estilo de Bill Clinton?

Funcionarios de ambos lados del Atlántico no ofrecieron muchos datos sobre el fin de semana que la primera pareja presidencial de Estados Unidos pasará en la Ciudad de las Luces.

Pero periódicos franceses han especulado que los Obama, y posiblemente sus hijas, Sasha y Malia, cenarán al tope de la torre Eiffel. Situado en lo alto de la famosa torre, se halla el restaurante Jules Verne. Su chef, Alain Ducasse, es uno de los más famosos del mundo. Una vocera del restaurante se negó a comentar la posibilidad de que los Obama cenen allí, citando la necesidad de proteger la intimidad de los clientes.

La prensa francesa también se pregunta si habrá un nuevo ``duelo de mujeres encantadoras'' que enfrentó a Michelle Obama con otra dama glamorosa, Bruni-Sarkozy, durante la primera visita oficial de los Obama a Francia, en abril.

En esa ocasión, el despliegue de vestuario, en la ciudad de Estrasburgo, durante una cumbre de la OTAN, fue considerado un empate. Las ropas de ambas primeras damas fueron muy elogiadas por observadores internacionales.

El elegante estilo de Michelle Obama y su encanto natural hizo que muchos la compararan con Jackie Kennedy, quien conquistó el corazón de los franceses cuando visitó Francia en 1961 con su marido.

El público francés quedó tan encantado con Jacqueline Bouvier Kennedy, quien hablaba perfecto francés, que el presidente se refería a sí mismo como ``el hombre que escoltó a Jackie Kennedy a París''.

En una entrevista previo al viaje a París, Obama elogió a Francia, diciendo que el pueblo estadounidense amaba todas las cosas galas. Cuando se le preguntó qué amaba de Francia, Obama respondió: ``La comida, París, el sur de Francia, la Provenza y el vino''.

Obama dijo que había viajado a Francia en sus días de estudiante, y que desearía retornar a la Provenza, aunque reconoció que su francés no es muy bueno.

``Lo estudié en el colegio secundario, y lo he olvidado'', dijo. Añadió que ``creo que Michelle habla algo de francés''.