Contrastan logros económicos con corrupción en 'era kirchnerista'

BUENOS AIRES, ARGENTINA (22/OCT/2011).- El crecimiento económico y las políticas progresistas impulsadas durante los últimos ocho años en Argentina contrastan con los escándalos de corrupción del gobierno y el abultado enriquecimiento de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.  

De hecho, la recuperación económica es uno de los pilares en los que se basa el triunfo que las encuestas le anticipan a la presidenta Fernández en las elecciones generales de este domingo, en las que espera ganar con más del 50 por ciento de los votos.  

Cuando Kirchner comenzó a gobernar, en 2003, Argentina sufría las secuelas de la crisis más grave de su historia y registraba su quinto año consecutivo de recesión, con el 50 por ciento de la población sumida en la pobreza y el 20 por ciento en el desempleo.  

Desde entonces, el país sudamericano ha crecido a un nivel promedio e ininterrumpido del 8.0 por ciento anual, en tanto que la pobreza se ha reducido al 8.3 por ciento y el desempleo al 7.2 por ciento, conforme a estimaciones oficiales.  

Kirchner, además, comenzó durante su gestión un proceso de desendeudamiento al liquidar la deuda por 10 mil millones de dólares que tenía el país con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y renegociar su deuda externa con una quita del 75 por ciento.  

Otra definición política fue la defensa de los derechos humanos y la reanudación de los juicios a los represores de la dictadura militar (1976-1983), lo que ha permitido que más de 300 criminales de lesa humanidad ya hayan sido condenados.  

El carácter progresista del gobierno de Kirchner se acentuó una vez que su esposa le sucedió en el poder, ya que Fernández reestatizó los servicios de pensiones y jubilaciones y respaldó la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo.  

Una de las medidas más reconocidas, incluso por opositores, fue el establecimiento del programa Asignación Universal por Hijo, iniciativa que entrega una mensualidad a madres de familia a cambio de que demuestren que llevan a sus hijos a la escuela y al médico.  

En el plano político, la presidenta enfrentó el poder de los influyentes conglomerados mediáticos al impulsar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que combatió la concentración de medios en el país sudamericano.  

La batalla fue frontal y provocó una división clara entre medios oficialistas, que desde hace años actúan de manera obsecuente ante el gobierno, y opositores, que manipulan la información para denostar a la presidenta y sus medidas.  

En contraste con esos logros, los Kirchner enfrentaron denuncias por supuesto enriquecimiento ilícito, luego que reconocieron que su patrimonio se incrementó de 2.2 millones a 14 millones de dólares entre 2003 y 2009, pero las investigaciones nunca prosperaron.  

También los acosaron escándalos como el que provocó la ex ministra de Economía, Felisa Micelli, cuando guardó en un baño 241 mil dólares en efectivo, o los sobornos millonarios que pagó la empresa suiza Skanska a funcionarios públicos.  

En 2007 hubo otro caso con ribetes internacionales, cuando el venezolano Guido Antonini Wilson trató de ingresar a Buenos Aires con 790 mil 550 dólares que -dijo- enviaba el gobierno del presidente Hugo Chávez para financiar la campaña presidencial de Fernández.  

Ante la justicia, además, hay un récord de 120 denuncias en contra de funcionarios de la 'era kirchnerista' acusados por presuntos actos de corrupción, como el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y el ministro de Planificación, Julio de Vido.