Congreso, lejos de alcanzar acuerdo sobre presupuesto

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (13/OCT/2013).- Las negociaciones para poner fin al cierre del Gobierno e impedir una mora de pagos de la deuda federal de Estados Unidos, fracasaron. Las gestiones en el Senado sólo avivaron el descontento de republicanos, demócratas y la Casa Blanca.

La propuesta demócrata para elevar el techo de la deuda por 14 meses sin condicionamientos fracasó en avanzar, luego que los republicanos se opusieron a continuar la discusión, avivando la expectativa sobre la posibilidad de que Washington incurra en una moratoria de pagos.

La Casa Blanca afirmó: “Esa propuesta habría eliminado la amenaza de una mora de pagos y habría dado a las empresas y la economía del país la certidumbre que necesitamos”.

Sin embargo, los republicanos objetaron porque quieren que la extensión esté acompañada por recortes presupuestarios.

El líder demócrata Harry Reid, mostró su malestar por la votación 53-45 que pareció de momento dejar a los legisladores sin nuevas propuestas, tanto para resolver el tema del techo de la deuda como el cierre del Gobierno, que hoy entra en su tercera semana.

Tras el fracaso de la iniciativa demócrata, la atención se trasladó a una propuesta de la senadora republicana Susan Collins, que permitiría reabrir el Gobierno durante seis meses y autorizaría un incremento en el techo de la deuda que estaría vigente hasta enero. Pero la propuesta pareció insuficiente para generar respaldo entre los demócratas y la Casa Blanca.

La actividad en el Congreso cesó después de que los republicanos en la Cámara baja y la Casa Blanca fracasaron en superar sus diferencias para establecer una negociación formal.

Conservadores en la Cámara baja dijeron que Obama tenía la culpa del fracaso en las conversaciones con los representantes. “Quizás él considera ésta su mejor oportunidad para ganar la Cámara de Representantes en el 2014”, dijo el republicano John Fleming. “Está claro para nosotros que él no tiene ni nunca tuvo intenciones de negociar”.

En tanto, Barack Obama manifestó su hostilidad con la idea de postergar solamente por algunas semanas el alcance del techo de la deuda, que debía ser elevado en una votación de las dos cámaras del Congreso antes del 17 de octubre para evitar el riesgo de un default.

Reabren parques

El turismo volvió al Gran Cañón después que las autoridades de Arizona y de otros estados aceptaron un plan del Gobierno federal para abrir nuevamente los parques nacionales, cerrados a consecuencia de la parálisis parcial del gobierno.

El Gobierno de Nueva York reabre hoy la Estatua de la Libertad. La ciudad tendrá que pagar 61 mil 600 dólares diarios para costear al personal del Servicio de Parques.

FRASE

"No sería inteligente, como algunos lo anuncian, postergar por dos meses el techo de la deuda y coquetear con el primer default intencional en medio de la temporada comercial de Navidad".

Barack Obama, presidente de Estados Unidos.

PREOCUPACIÓN

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) concluyeron su asamblea anual con un llamamiento urgente a Estados Unidos para que ponga fin a la incertidumbre fiscal y preocupación por el futuro de los emergentes.

La falta de un acuerdo para aumentar el tope de la deuda federal de 16.7 billones de dólares que se alcanzará la próxima semana, y el cierre parcial de los servicios del Gobierno federal estadounidense fueron los temas dominantes de la asamblea.

“Estados Unidos necesita actuar de forma urgente para hacer frente a las incertidumbres fiscales a corto plazo”.

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se refirió a una hipotética suspensión de pagos en Estados Unidos como “impensable” y el ministro de Economía español, Luis de Guindos, aseguró que lo último que necesita la economía mundial es ese tipo de incertidumbre.

El secretario del Tesoro, Jack Lew, reconoció la gravedad del problema al indicar que su país es el “ancla del sistema financiero mundial” y el lugar al que acuden los inversores cuando aumenta el riesgo global e insistió en que no se puede poner en juego esa reputación “que tanto le ha costado ganar” a la nación.