MADRID, ESPAÑA (02/SEP/2016).- El Congreso español podría rechazar el viernes por segunda vez la candidatura del presidente interino del gobierno, Mariano Rajoy, para formar un nuevo ejecutivo, lo que dejaría al país al borde de unas terceras elecciones generales en un año.Rajoy perdió el miércoles la primera votación de la sesión de investidura por 180 votos en contra frente a 170 a favor, pero necesitaba 176, la mayoría absoluta de la cámara. Todos los indicios apuntan a que el resultado será el mismo en la votación del viernes por la tarde, en la que le bastaría con recibir más votos a favor que en contra.El conservador Partido Popular gobierna el país de forma interina desde las elecciones generales de diciembre, que no arrojaron resultados definitivos, lo mismo que ocurrió con la repetición de los comicios en junio. El PP logró el mayor número de escaños en ambas citas, aunque sin mayoría, y no obtuvo los apoyos necesarios para superar la investidura.Si la candidatura de Rajoy no sale adelante tampoco el viernes y ninguna de las fuerzas con representación en la cámara logra un pacto de gobierno en el plazo de dos meses, el Parlamento será disuelto de nuevo y España tendrá que convocar a sus terceras elecciones en un año. Esa votación podría llevarse a cabo el 25 de diciembre.Rajoy, en el cargo desde 2011, necesita una mayoría simple de votos a favor el viernes. Sin embargo, ningún partido parece dispuesto a cambiar de postura y al parecer nuevamente Rajoy contará solo con el apoyo de los 137 legisladores del PP y otros 33 de dos grupos más pequeños.La presión ha crecido sobre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que cuenta con 85 bancas legislativas, para que al menos se abstenga de votar y permita que se forme un gobierno de minoría. Pero los socialistas han dicho que no apoyarán a un político al que responsabilizan del alto desempleo, la corrupción política y severos recortes en el gasto en salud y educación.Las dos últimas elecciones nacionales dieron como resultado un Congreso muy fragmentado con el ascenso de dos grupos: la alianza izquierdista Unidos Podemos, que quedó como el tercer grupo más votado, y el partido pro empresarial Ciudadanos, que quedó en cuarto sitio. Estos sucesos pusieron fin al tradicional sistema bipartidista español, del PP y el PSOE.