El escándalo ha generado profunda ira y pesar entre la gente, especialmente entre los padres que sienten que el gobierno se aprovechó de la confianza puesta en él luego de que sus hijos murieron o se enfermaron por el consumo de leche que las autoridades certificaron como segura.La nueva cifra de víctimas del Ministerio de Salud es el doble de la anterior, en tanto que la nueva cifra de 294 mil bebés que presentaron problemas urinarios a consecuencia de la leche contaminada representa un incremento de seis veces sobre la cantidad anterior, de septiembre.''La mayor parte de los niños enfermos recibieron tratamiento externo por solamente pequeñas cantidades de piedra, como granos de arena, encontradas en sus sistemas urinarios, en tanto que algunos pacientes tuvieron que ser hospitalizados por la dolencia'', dijo el ministerio en una declaración emitida el lunes.Las más recientes cifras señalan que los dirigentes comunistas chinos están reconociendo poco a poco los alcances de la peor crisis alimenticia de los últimos años. En situaciones de este tipo, el gobierno suele dar informaciones limitadas, en parte con la finalidad de no alimentar la inconformidad pública.Miles de padres han pedido compensaciones por la muerte o enfermedad de sus niños.''Las nuevas cifras son más realistas y objetivas que las anteriores. Sabemos que las previas no eran exactas'', dijo Chang Boyang, abogado de Beijing, quien ha proporcionado ayuda legal a las familias de los niños enfermos.