Buenos Aires.- Mientras los gobiernos de la región, en sintonía con la OEA, buscaban aplacar los ánimos y encaminar el conflicto por el sendero de la paz, el presidente venezolano Hugo Chávez retó a su par colombiano, Álvaro Uribe, a “acudir juntos a la Corte Penal Internacional para ver a quién acusan de genocida y de padre del paramilitarismo”, al tiempo que reiteró el “apoyo incondicional al gobierno de Ecuador, ante cualquier circunstancia”. Además, Chávez sugirió la posibilidad de nacionalizar algunas de las empresas colombianas que operan en su país, en tanto aseguró que el dinámico intercambio comercial binacional, de unos 6 mil millones de dólares anuales, caerá con seguridad este año, pues Venezuela irá buscando otros países que le suministren los bienes que compra a su vecino andino. “Vamos a hacer el mapa, señores ministros, de las empresas colombianas que están aquí en Venezuela, pudiéramos nacionalizar alguna, recuperarla, no estamos interesados en inversiones colombianas aquí”, dijo Chávez en una conferencia de prensa con su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, de gira por varias naciones. Anteriormente, Chávez había dicho: “Yo soy capaz de autoacusarme para que también lo acusen a él (Uribe) de crimen de guerra. Ahí están los cadáveres; me dijo el presidente Correa que están con tiros en la espalda. Así lo dijeron ellos, que entraron a hacer la limpieza, ese es un término de la Escuela de las Américas (de donde surgió la Doctrina de Seguridad Nacional). Acá no estamos en Israel, donde un asesino como Uribe quiere aplicar la doctrina Bush-Uribe”. Por su parte, Correa, saludó y agradeció la decisión de la OEA de enviar una Comisión de Verificación a la zona donde tuvo lugar el ataque que terminó con la vida del número dos de las FARC, Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes, y otros 21 guerrilleros, pero aclaró que “si no se condena como se debe al país agresor, Colombia, nosotros sabemos como tomar nuestras propias medidas”. Antes de Caracas, Correa estuvo reunido en Brasilia con Luiz Inacio Lula da Silva, quien reclamó “una solución latinoamericana a la crisis para que reine la paz, porque sin paz no habrá inversiones”. Mientras tanto, en Quito, el ministro de Seguridad, Gustavo Larrea, acusado por Bogotá de tener relación con las FARC, dijo que el gobierno de Correa no descarta “la liberación de Ingrid Betancourt” ya que “esa sería una respuesta adecuada en este momento crítico”. En cuanto a la muerte de Reyes, la cadena colombiana RCN, dijo, citando fuentes de inteligencia militar, que “la llamada mediante la que se pudo detectar” al extinto jefe guerrillero, del 27 de febrero, “fue hecha por el presidente Hugo Chávez” “Aquí fueron determinantes dos factores: por un lado, el monitoreo que permanentemente le hacemos a las comunicaciones de las FARC. Reyes hizo uso de su teléfono satelital en una comunicación que nos dio una idea bastante aproximada de su ubicación. Esa llamada fue del presidente Chávez que contento por la liberación de los congresistas le decía que todo había salido bien...”, precisó la radio citando a esas fuentes. Ayer mismo, las FARC dinaminaron el oleoducto Trasandino, en la frontera de Colombia con Ecuador, en el primer ataque en venganza por la muerte de Reyes, dijo el gobernador de Putumayo, Felipe Guzmán. El ataque provocó un incendio. (Con información de agencias). SUN 06-03-08 IJALH
