Causa polémica reconocimiento de paternidad por parte de Lugo

ASUNCIÓN, PARAGUAY.- El reconocimiento de la paternidad de un niño de dos años por parte del presidente paraguayo y ex obispo católico Fernando Lugo desató una polémica nacional y abrió una interrogante sobre el futuro político del gobernante.  

A menos de un año de asumir el poder con un fuerte respaldo popular, Lugo enfrenta el cuestionamiento de seguidores y opositores desde que la joven Viviana Carrillo reveló que el mandatario es el padre de su hijo y que éste fue concebido cuando aquel aún era obispo.  

'Lugo hizo bien en reconocer rápidamente estos hechos que fueron el comentario obligado en la Semana Santa, ahora lo que se le viene encima es difícil de prever, puesto que tiene varias aristas por donde enfocar', consideró el analista político Alfredo Boccia.  

Para el columnista y ex dirigente político, 'de alguna forma, el presidente mostró su hidalguía al hacer el reconocimiento (del niño), pero su peor entredicho sería con la Iglesia, con los feligreses católicos y el pueblo mismo, al que mintió'.  

Lugo admitió el lunes la paternidad del niño Guillermo Armindo Carrillo Cañete, de dos años, hijo de Viviana Carrillo, de 26 años, quien la semana pasada interpuso una demanda por filiación contra el mandatario, la que luego intentó dejar sin efecto.  

El presidente del Congreso, Enrique González Quintana (del opositor partido Unace), afirmó a Notimex que Lugo sucumbió ante la tentación como sacerdote y ahora 'sólo cabe esperar que no le ocurra lo mismo como presidente'.  

'El juró ante Dios como sacerdote y hace ocho meses lo hizo ante Dios y la patria, ojalá que no sucumba ante las tentaciones, de cualquier forma, su credibilidad hoy está por el suelo y hay que ver qué costo político le va a representar', dijo.  

González Quintana aprovechó el comentario para hacer énfasis en que en la demanda de filiación 'no hubo ningún interés político, como se especuló en el entorno del mismo presidente, ahora quedan dilucidadas muchas conjeturas sobre el trasfondo de este caso'.  

El titular del Congreso insistió en que 'ante lo dicho y hecho eso es lo que ocurre, resulta que acá viene el famoso dicho, haz lo que yo digo, no lo que yo hago, le reclamo como ciudadano que ahora cumpla su promesa hecha como gobernante, el 15 de agosto pasado'.  

El ministro de Obras Públicas, Efraín Alegre (del oficialista Partido Liberal Radical Auténtico-PLRA), que suele ser un severo crítico en temas políticos, calificó la de Lugo como 'una actitud honesta'.  

Según el secretario de Estado, es 'relevante' e 'importante' que haya reconocido el caso que se destapó la semana pasada con la presentación de un proceso por filiación, aunque reconoció que no puede aventurar qué repercusión tendrá el caso.  

'No sé dimensionar todavía cómo podría afectar políticamente al gobierno mismo esta situación privada del presidente, no me detuve a pensar sobre este tipo de repercusiones, esperemos que no altere el proceso de cambios que empezamos en el país', señaló.  

La ministra de la Niñez y la Adolescencia, Liz Torres, valoró por su parte la declaración pública del presidente paraguayo, quien admitió haber tenido un hijo con la joven Carrillo, y opinó que 'es una forma correcta de actuar'.  

La ministra de la Mujer, Gloria Rubín, se abstuvo de opinar sobre el efecto que tiene el caso Lugo en lo religioso, pero señaló que su reconocimiento de paternidad 'es lo que esperábamos las mujeres del gabinete, y me extrañó que Carillo haya desmentido su denuncia'.  

Rubín, conocida por su trayectoria en instituciones feministas de Paraguay antes de llegar a su actual función, alentó a las mujeres paraguayas que estén en idéntica situación a que hagan lo mismo 'porque es una forma de reivindicar los derechos de la mujer'.