Castro arremete contra declaración del G-20

LA HABANA.- El primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Fidel Castro, fustigó hoy la reunión del Grupo de los 20 (G-20) y acusó a sus participantes de rendir "pleitesía al imperio" (Estados Unidos) y aceptar las exigencias de George W. Bush.

Según Castro, en la declaración final aprobada el fin de semana en Washington por los líderes de los países más desarrollados y varias naciones emergentes, "no fueron rozados ni con el pétalo de una flor los privilegios del imperio".

En un artículo publicado este lunes en el diario oficial Granma, describió el texto como "una apelación piadosa a la ética del país más poderoso del planeta, tecnológica y militarmente, en la época de la globalización de la economía, como quienes ruegan al lobo que no se devore a la Caperucita Roja".

Para el líder cubano, "a varios de los países participantes no les quedaba otra alternativa que aprobarla; en su lucha desesperada por el desarrollo, no deseaban aislarse de los más ricos y poderosos, así como de sus instituciones financieras, que constituyen mayoría en el seno del G-20".

El ex presidente cubano de 82 años de edad se preguntó si valdría la pena viajar a Washington "para reunirse con un Presidente al que le quedan sólo 60 días de gobierno, y suscribir un documento que ya estaba diseñado de antemano para ser aprobado en el Washington Museum".

"Lenguaje tecnocrático, inaccesible para las masas. Pleitesía al imperio, que no recibe crítica alguna a sus métodos abusivos", dijo el veterano líder histórico apartado del poder desde 2006 por una enfermedad gastrointestinal, en su editorial titulado "El parto de los montes".

En su arremetida contra la declaración aprobada por los líderes de las principales economías del planeta, Castro fulminó lo que llamó "loas" al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial, otras instituciones y las empresas transnaciones a las que responsabilizó de la crisis financiera mundial.

"Es aburrida, plagada de lugares comunes. No dice absolutamente nada", opinó Castro sobre el documento de los gobernantes, entre ellos el presidente de China, Hu Jintao, quien inicia este lunes una visita de Estado invitado por su homólogo cubano Raúl Castro.

Castro se quejó que en el documento "no se dice una palabra de lo absurdo de la política de convertir los alimentos en combustible que propugna Estados Unidos, del intercambio desigual de que somos víctimas los pueblos del Tercer Mundo".

"Ni sobre la estéril carrera armamentista, la producción y comercio de armas, la ruptura del equilibrio ecológico y las gravísimas amenazas a la paz que ponen al mundo al borde del exterminio", apuntó.

Antes de glosar aspectos de la Declaración, elaborada por asesores "bastante afines al pensamiento neoliberal", y del discurso de Bush, ofreció una detallada descripción del desarrollo del conclave y como fueron ubicados los principales gobernantes en una cena efectuada el viernes pasado.

Dijo que "Bush se mostraba feliz con tener a Lula a su diestra en la cena del viernes. A Hu Jintao, al que respeta por el enorme mercado de su país, la capacidad de producir bienes de consumo a bajo precio y el caudal de sus reservas en dólares y bonos de Estados Unidos, lo sentó a su izquierda".

El presidente ruso Dmitri "Medvédev, a quien ofende con la amenaza de ubicar los radares y la cohetería estratégica nuclear no lejos de Moscú, fue ubicado en un asiento distante del anfitrión de la Casa Blanca".

"Al Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, víctima del resentimiento personal de Bush y asistente al conclave de Washington, ni siquiera lo vi en las imágenes televisadas de la cena", dijo.