ROMA, ITALIA (23/ENE/2017).- La búsqueda de los 23 personas que permanecen desaparecidas tras el alud que sepultó el hotel Rigopiano en la localidad de Farindola, en la región central de Los Abruzos, continúa en condiciones muy difíciles y sin que haya habido señales de vida en las últimas 36 horas.El responsable de la comunicación del Cuerpo de Bomberos italiano, Luca Cari, explicó que se mantiene la esperanza "pues la gente podría aún resistir" en alguna zona que se haya mantenido intacta a pesar de los cientos de miles de toneladas de nieve, rocas, ramas y lodo que cayeron sobre el hotel.Aunque en las últimas 36 horas, desde que el pasado viernes fueron localizados nueve supervivientes, entre ellos los cuatro niños desaparecidos, no han vuelto a encontrarse señales de vida.Sólo se han recuperado cadáveres y con el hallazgo ayer del cuerpo de un ciudadano senegalés que trabajaba en las cocinas y que aún tiene que ser recuperado, aumentan a seis los fallecidos hasta ahora.Los equipos de socorro, compuestos por miembros de la guardia de Finanza, Protección Civil, Socorro Alpino y Policía, excavan con las manos y con palas ante la imposibilidad de utilizar medios mecánicos que podrían hacer derrumbarse la estructura.Los bomberos han difundido imágenes de uno de sus miembros mientras desciende con extrema dificultad por un pequeño resquicio entre la nieve en búsqueda de los desaparecidos.Desde el hospital de Pescara donde han sido ingresados los nueve supervivientes rescatados del hotel y los dos que se encontraban en el exterior en el momento del alud explicaron que sólo una persona tendrá que permanecer en el centro al haber sido operado de un brazo.Según fuentes médicas, los cuatro niños serán dados hoy de alta y serán acompañados por un equipo de psicólogos.Entre ellos están Gianfilippo y Ludovica Parete, de seis y ocho años, hijos de Giampiero, que fue quien advirtió de lo sucedido, y de Adriana Vranceanu, rescatada por los equipos de bomberos.Edoardo, de ocho años, no sabe aún que sus padres, Sebastiano y Nadia Di Carlo, han sido encontrados sin vida bajo el hotel, mientras que los padres de Samuel, de siete años, siguen desaparecidos.