RÍO DE JANEIRO, BRASIL (04/MAY/2017).- La policía federal brasileña lanzó hoy una operación en el norte del país, en la frontera amazónica con Venezuela, para desarticular un grupo de empresarios que explotaba sexualmente a mujeres venezolanas que habían huido a Brasil de la crisis en su país.Propietarios de bares y locales nocturnos en varias ciudades del estado amazónico de Roraima, en el extremo norte de Brasil y fronterizo con Venezuela, proponían a las mujeres inmigrantes venezolanas alojamiento y alimentación a cambio de obligarlas a trabajar como prostitutas, según la policía.Mediante la Operación Codinome, la justicia ordenó la detención de 25 personas en siete municipios de Roraima acusadas de abusar de la situación de vulnerabilidad de las venezolanas -que huían de la situación de caos en Venezuela- para obligarlas a prostituirse.Los detenidos fueron acusados de los crímenes de tráfico de personas y proxenetismo, explicó el comisario Anderson Dias, quien detalló que algunas personas en Venezuela organizaban y convencían a las mujeres para cruzar a Brasil.La severa crisis económica, política, de inseguridad y de abastecimiento que azota a Venezuela ha provocado un éxodo de sus ciudadanos a países fronterizos, entre ellos a Colombia, Brasil y las islas holandesas en el Caribe como Curaçao, Bonaire y Aruba.El estado brasileño de Roraima registra desde hace meses un exponencial aumento del flujo de inmigrantes venezolanos, cuyos pedidos de asilo en la región se han multiplicado en lo que va de 2017.De enero a marzo pasado, fueron mil los venezolanos que pidieron asilo a las autoridades de Roraima, y otros cinco mil están en lista de espera para presentar su solicitud a la Policía Federal hasta octubre próximo, según Brasil.Durante 2014, fueron sólo nueve los venezolanos que solicitaron asilo, por 230 en 2015 y dos mil 230 el año pasado, según datos oficiales.Roraima vive desde 2015 un auge en el número de inmigrantes venezolanos, entre ellos los indios waraos ("gente del agua"), que escapan a la escasez de medicinas y servicios básicos como la electricidad en un viaje de más de 900 kilómetros desde la ciudad venezolana de Puerto Ordaz (este del país) a Boa Vista, capital de Roraima.Algunos expertos cifran en 150 mil el número de venezolanos que en 2016 abandonaron el país para escapar a la escasez de alimentos básicos, así como al aumento descontrolado de la inflación, por encima del 700 por ciento el año pasado, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).