Boicot mundial al llamado 'artista de la seducción', Julien Blanc

LONDRES, INGLATERRA (15/NOV/2014).- Nadie quiere la presencia del controvertido ''artista de la seducción'' Julien Blanc, un ''coach'' suizo basado en Estados Unidos, que ya ha sido expulsado de Australia mientras las peticiones se multiplican para que no pise suelo británico.

En Gran Bretaña, la secretaria de Estado de Interior, Lynne Featherstone, ha pedido al gobierno que no conceda el visado a Blanc, acusado de promover un ''discurso sexista odioso''.

Una petición en la página web change.org ha logrado reunir 120 mil firmas para impedir su entrada en el país, prevista para el 21 de noviembre, cuando tenía previsto dar una conferencia.

En otros países como Brasil, Corea o Canadá también se han recogido firmas en este sentido.

Julien Blanc organiza seminarios por todo el mundo en los que cobra mil 600 dólares por persona para ''enseñar'' a los hombres técnicas para que las mujeres les ''supliquen'' que se acuesten con ellas, y promueve directamente la violencia para conseguir sexo.

El vídeo de una de sus conferencia, donde explica que para un ''hombre blanco'' es fácil acostarse con japonesas, se ha hecho viral en internet y ha levantado críticas en todo el mundo. En el vídeo, puede verse a Blanc agarrando a jóvenes niponas por el cuello y pegando sus cabezas contra su entrepierna.

La protesta a raíz de la difusión de esas imágenes provocó que Australia anulara su visado, obligando al hombre a abandonar precipitadamente el país.

Canadá también está sopesando impedir la entrada de este ''entrenador del amor'', que según la página web de su empresa, habría estudiado en una ''prestigiosa universidad de Suiza'' antes de trasladarse a Los Ángeles.

''Estoy consternada por el discurso sexista odioso de Julien Blanc hacia las mujeres. Estoy convencida de que los casos de acoso e intimidación sexual aumentarán en Reino Unido si se autoriza su conferencia'', aseguró Featherstone al diario The Guardian, pidiendo a la ministra de Interior, Theresa May, que intervenga.