Berlusconi dice que la magistratura quiere condenarlo a toda costa

ROMA, ITALIA (13/MAR/2013).-  El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi acusó a los magistrados del Tribunal de Milán de querer condenarlo a toda costa en los diversos juicios en los que figura como imputado.

"Las repetidas acciones procesales de una parte de la magistratura, que se mueve en base a un prejuicio político, no son tolerables", declaró el ex primer ministro en una entrevista que publicó este miércoles el semanario Panorama, de su propiedad.

Denunció que "la magistratura se ha transformada en un poder absoluto, omnipotente e irresponsable"".

También dijo que existen rumores en el sentido de que los jueces de Milán preparan en su contra una "operación Craxi 2", en relación al ex jefe de gobierno, Bettino Craxi, quien en los 90 debió escapar a Túnez, donde murió en 2000, para evitar el arresto por corrupción.

"Yo sé que en Milán nunca he obtenido justicia y que para que sea reconocida mi inocencia en los tres procesos que enfrento deberé esperar la decisión de la Corte Suprema (que es la que emite el veredicto definitivo)", afirmó.

Internado en el hospital San Raffaele de Milán por una conjuntivitis, Berlusconi no se presentó a las audiencias de dos juicios en los que es acusado de concusión, prostitución de menor y fraude fiscal celebradas entre el viernes y el lunes en el tribunal de esa ciudad.

"Tengo un problema serio en los ojos. Mi situación puede provocar la ironía de algún ministerio público que ha pedido y obtenido que me sea realizada una visita fiscal", declaró luego de que entre sábado y lunes los jueces mandaron una inspección médica para que estableciera cuales eran sus condiciones de salud reales.

Insistió que sus enemigos no lo han podido eliminar con medios democráticos, como las elecciones y que ahora buscan hacerlo con "el uso de la justicia con fines políticos".

Il Cavaliere enfrenta además la posibilidad de que le sea abierto un juicio inmediato por corrupción, como lo solicitó el lunes pasado la fiscalía de Nápoles, que lo acusa de haber sobornado con tres millones de euros al senador Sergio De Gregorio, para que en 2006 se pasara a su partido.

El objetivo, según la acusación, era quitar el apoyo parlamentario y hacer caer al gobierno de centroizquierda entonces encabezado por Romano Prodi.

Y aunque De Gregorio ha reconocido que recibió el dinero, Il Cavaliere declaró a Panorama que el senador dijo eso porque fue amenazado por los fiscales.