AMÁN, JORDANIA (18/DIC/2016).- Varios hombres armados perpetraron el domingo una serie de ataques en el centro de Jordania, en los cuales mataron a siete policías, dos civiles locales y una mujer canadiense, informaron autoridades.Además, otras 27 personas resultaron heridas. El enfrentamiento entre fuerzas especiales jordanas y los hombres armados atrincherados en un castillo de las Cruzadas, que es un popular destino turístico, continuaba al anochecer, varias horas después de los primeros disparos. Los funcionarios del gobierno se negaron a comentar sobre los reportes de prensa de que los atacantes tomaron rehenes que fueron liberados posteriormente. Aún se escuchaban disparos en el lugar de los hechos la noche del domingo, y las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno a los hombres armados para obligarlos a salir.Los ataques a disparos fueron los más recientes de una serie de operaciones que han puesto en duda las afirmaciones hechas por el reino prooccidental de que es un oasis de calma en una región amenazada por extremistas islámicos.La muerte de la turista canadiense podría dañar aún más el sector turístico de Jordania, que ha tenido dificultades desde que el grupo Estado Islámico capturó grandes porciones de territorios en los vecinos Siria e Irak hace dos años.Ningún grupo reivindicó por el momento los ataques registrados en la ciudad de Karak, que se ubica a unos 140 kilómetros al sur de la capital, Amán. La serie de ataques comenzó cuando una patrulla policial jordana recibió informes de un incendio en una casa en la ciudad de Qatraneh, en el distrito de Karak, informó la Dirección de Seguridad Pública de Jordania en una declaración.Los policías que respondieron a la llamada fueron atacados desde el interior de la casa, agregó el comunicado. Dos policías resultaron heridos y los agresores huyeron en un automóvil, añadió.En otro ataque, hombres armados dispararon contra una patrulla de seguridad en Karak, sin causar lesiones, agregó el comunicado. Hombres armados también abrieron fuego contra una comisaría en el castillo de Karak, una fortaleza de los cruzados, hiriendo a miembros de seguridad. La declaración dijo que se creía que cinco o seis hombres armados se encerraron en el castillo.