SANTA CLARA, CUBA (31/AGO/2016).- El primer vuelo comercial entre Estados Unidos y Cuba en más de medio siglo aterrizó el miércoles en Santa Clara, en el centro de la isla, lo que restableció el servicio aéreo regular interrumpido durante la Guerra Fría.Los vítores estallaron en la cabina del vuelo 387 de JetBlue cuando la nave tocó tierra. Los pasajeros, en su mayoría ejecutivos de la aerolínea, funcionarios del gobierno estadounidense y periodistas, junto con algunas familias cubano-estadounidenses y turistas de Estados Unidos, recibieron bolsas con libros de cocina cubana, etiquetas conmemorativas para el equipaje y banderas de la isla, y se les alentó a que las ondearan.La llegada inicia una nueva era de viajes entre los dos países con unos 300 vuelos semanales. Cuba sigue siendo inaccesible para la mayoría de los ciudadanos estadounidenses debido a un embargo comercial de 55 años y la prohibición formal de hacer turismo en la isla."El arribo rutinario de aerolíneas estadounidenses a la isla impulsará una sensación de apertura, integración y normalidad. Eso tiene un gran impacto psicológico", dijo Richard Feinberg, autor del nuevo libro "Open for Business: Building the New Cuban Economy" ("Abierto: Construyendo la nueva economía cubana").El mismo día, el Departamento de Transporte estadounidense anunció los nombres de las aerolíneas seleccionadas para operar las rutas a La Habana: Alaska Airlines, American Airlines, Delta Air Lines, Frontier Airlines, JetBlue Airways, Southwest Airlines, Spirit Airlines y United Airlines.En un comunicado, el departamento señaló que las líneas aéreas darán servicio a la capital cubana desde Atlanta, Charlotte, Fort Lauderdale, Houston, Los Ángeles, Miami, Newark, la ciudad de Nueva York, Orlando y Tampa.Las aerolíneas están obligadas a iniciar los vuelos en un plazo de 90 días, justo después del Día de Acción de Gracias, pero pueden comenzar antes. Delta indicó que lanzaría su servicio diario el 1 de diciembre desde Atlanta, Miami y el aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York, "sujeto a la aprobación de las autoridades reguladoras cubanas".La reanudación de los vuelos comerciales es uno de los pasos más importantes en la normalización de las relaciones bilaterales, iniciada por el presidente Barack Obama hace dos años. Los historiadores discrepan en cuanto a la fecha exacta del último vuelo comercial, pero aparentemente se produjo después de que Cuba prohibió el ingreso de vuelos durante la Crisis de los Misiles de 1962.El secretario de Estado, John Kerry tuiteó que el último vuelo comercial entre ambos países fue en 1961.Tanto el secretario estadounidense de Transporte, Anthony Foxx, como el director general de JetBlue, Robin Hayes, le hablaron a los pasajeros a bordo del Airbus A320 de 150 plazas, el cual contaba con una tripulación especialmente elegida de cinco cubano-estadounidenses. Los ejecutivos aéreos se cambiaron de ropa antes de aterrizar, quitándose su atuendo formal de negocios y poniéndose guayaberas."Este es uno de los ejemplos más visibles de las actividades del presidente (Obama) para restaurar las relaciones diplomáticas con Cuba", dijo Foxx.Por su parte, el viceministro cubano de Transporte, Eduardo Rodríguez, comentó el lunes a periodistas que la reanudación del tránsito aéreo regular "constituye un paso positivo y una contribución concreta al proceso de mejora de relaciones entre ambos países".Se prevé que el número de viajes de estadounidenses a Cuba se tripliquen este año hasta sumar más de 300 mil tras el deshielo en las relaciones en 2014. La economía de planeación centralizada en la isla, urgida de dinero en efectivo, se ha visto impulsada por el auge en el número de visitantes, junto con cientos de miles de viajeros de otras naciones que esperan ver cómo está Cuba antes de que lleguen más estadounidenses.Se espera que los vuelos comerciales incrementen significativamente el número de visitantes estadounidenses, aunque se desconoce qué tanto. En la actualidad muchas de las rutas aéreas son utilizadas por vuelos fletados caros que en gran medida se espera se queden sin clientela con el advenimiento del servicio comercial con vuelos regulares desde Estados Unidos.Cientos de miles de estadounidenses que nacieron en Cuba viajan a la isla cada año con las compañías de vuelos fletados, las cuales carecen de personal suficiente y son más bien caóticas. Los pasajeros suelen esperar hasta cuatro horas para documentarse, y les cobran elevadas tarifas por cualquier exceso de equipaje, el cual ya de por sí enfrenta restricciones.A los estadounidenses que no tienen vínculos familiares con Cuba se les ha hecho difícil utilizar los servicios de estas compañías de vuelos fletados, la mayoría de las cuales no aceptan reservaciones vía internet ni ayudan a los viajeros a manejar la declaración jurada federal que los estadounidenses que viajan a Cuba aún están obligados a presentar.Las autoridades cubanas insisten en que la prohibición de Washington al turismo estadounidense a la isla, la cual todavía está vigente, limitará el impacto de los vuelos comerciales a Cuba, pero algunos expertos creen que la drástica reducción en las dificultades de volar a la isla podría convertir el aumento en el número de visitantes de Estados Unidos en una marejada. A los estadounidenses se les permite visitar el país caribeño bajo motivos culturales y educativos basados en relaciones "de persona a persona", en las que se sobreentiende que conocen a alguien en la isla, entre otras razones.Los estadounidenses que encajan en una de 12 categorías ahora podrán llenar una declaración jurada federal haciendo clic en un recuadro de un formulario en internet y, en muchos casos, adquirir su vista cubana de turistas cerca de los mostradores de aeropuertos en Estados Unidos. En cuestión de semanas, los estadounidenses podrán efectuar vuelos directos desde ciudades como Chicago, Filadelfia, Minneapolis, Miami y Fort Lauderdale a ocho ciudades cubanas y dos centros turísticos playeros.