Argentina y Chile evocarán mediación papal

BUENOS AIRES.- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, acordó con su colega argentina Cristina Fernández los detalles del acto aniversario por los 30 años de la mediación papal, que evitó la guerra entre los dos países por el canal de Beagle.

Además, fue distinguida con un premio por su liderazgo e inauguró un centro cultural, durante una visita no oficial a esta ciudad.
“La presidenta (Fernández) me ha confirmado que en el marco de los 30 años de la mediación papal hará una visita a Chile el 4 y 5 de diciembre”, anunció Bachelet tras el encuentro de una hora que mantuvo con su par argentina en la residencia presidencial de Olivos, a las afueras de la capital.
La presidenta chilena dijo que la conmemoración tendrá lugar en Punta Arenas y que la idea es levantar un monumento a la paz, para lo cual acordaron conformar una comisión binacional que trabaje en el proyecto.

Agregó que con Fernández también hicieron un repaso de la mediación que lleva adelante la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) en la crisis de Bolivia, y ratificaron su apoyo incondicional a las instituciones democráticas del país andino.

Al respecto, Bachelet confirmó que el ex presidente argentino y esposo de la actual mandataria, Néstor Kirchner, y el diplomático boliviano Pablo Solón Romero son los dos candidatos a presidir la secretaría de esa organización conformada sudamericana. (Agencias)

Gestión que duró seis años
Los gobiernos de Chile y Argentina acordaron en 1971 solicitar el arbitraje de la Corona británica para dirimir el conflicto limítrofe del Canal de Beagle.
Empero, Argentina rechazó el Laudo Arbitral de 1977, situación que colocó a ambos países al borde de la guerra.
Tampoco las negociaciones directas lograron, siquiera, impedir el aumento de la tensión militar en la frontera.
Justo en el momento en que en Argentina el Gobierno militar del Proceso de Reorganización Nacional se había decidido por el conflicto, el Papa comunicó que ofrecía su mediación.
La Santa Sede envió al cardenal Antonio Samoré, en representación de Juan Pablo II, quien detuvo el comienzo de una guerra y comprometió a las partes a dejar la amenaza y el uso de la fuerza.
Luego, encauzó las negociaciones que duraron seis años adaptándose a todos los cambios que ocurrieron en ese lapso de tiempo.
EL INFORMADOR