Argentina repudia envío de destructor británico a las Malvinas

BUENOS AIRES, ARGENTINA (27/SEP/2012).- El gobierno de Argentina repudió hoy el envío de un destructor de guerra británico a las Islas Malvinas y denunció que forma parte de la política de militarización de ese país en el Atlántico Sur.

La cancillería argentina subrayó en un comunicado la contradicción de Reino Unido, ya que justificó el envío del buque bélico para "llevar tranquilidad" a sus territorios y dependencias en el Atlántico Sur.

Esta decisión, dijo, se llevó a cabo mientras la Asamblea General de las Naciones Unidas sesionaba bajo el lema de la resolución pacífica de los conflictos en Nueva York.

"Dicha acción no sólo es una burla a las Naciones Unidas, también es un acto irresponsable ya que no existe mejor reaseguro para la tranquilidad de todos los habitantes de dichas islas que retomar el diálogo diplomático", señaló.

Recordó que las propias Naciones Unidas han convocado en diversas resoluciones para que Reino Unido reanude el diálogo con Argentina para resolver el litigio de soberanía sobre las Malvinas.

"La tenaz y continuada inaplicación de la normativa internacional a través de los años por parte del Reino Unido no invalida el llamado a negociar que hace la comunidad de naciones. Por el contrario, demuestra la impunidad que sigue dando el poder militar y nuclear", dijo.

Agregó que "deja en claro que Gran Bretaña utiliza su poder de veto en el Consejo de Seguridad para desoir las resoluciones de la Asamblea General demostrando con su actitud la necesidad de reformar los métodos de trabajo y la conformación de dicho órgano".

La víspera en Nueva York, señaló, el primer ministro David Cameron se sumó a los líderes mundiales que desde las Naciones Unidas repudian la violencia y abrazan los sentimientos de paz y concordia entre los pueblos.

"Cameron subrayó la importancia del ejercicio democrático, la construcción de sociedades abiertas, la responsabilidad de las naciones en la vigencia del Estado de Derecho. Valores todos ellos que comparten argentinos y británicos", precisó.

Con base en ese discurso, consideró, "no podemos entonces más que repudiar que nuevamente un barco de guerra zarpe desde un puerto inglés con el propósito de perpetuar una ocupación militar iniciada a sangre y fuego en 1833".