NAIROBI, KENIA (31/MAY/2017).- Ancianos y personas con discapacidad enfrentan mayores riesgos en el conflicto de Sudán del Sur, ya que a menudo no pueden huir de los combates y tienen más dificultades para obtener la ayuda humanitaria que necesitan, denunció hoy la organización Human Rights Watch."Las personas con discapacidades y las personas mayores son a menudo dejadas atrás durante los ataques y se encuentran en un riesgo mucho mayor de hambre o abuso", dijo la directora de Derechos para la Discapacidad de HRW, Shantha Rau Barriga.En numerosos casos civiles de estos dos colectivos fueron asesinados a tiros o quemados vivos en sus casas, por los beligerantes, según comprobó HRW en un estudio en el que entrevistó a más de 45 personas entre febrero y marzo de 2017 en zonas como Juba, Malakal (noreste) y Panyijar (norte del país)."La primera vez que los soldados del Gobierno y las milicias vinieron a mi pueblo en 2015, los ancianos y las mujeres que no pudieron correr fueron asesinados", contó a la organización una anciana desplazada."Cuando estallaron los combates, huimos al recinto de la ONU y dejamos atrás a mi madre y mi cuñado porque no podían caminar y no podíamos llevarlos", relata Nuer, una sursudanesa que detalló como el hijo de su cuñado, con problemas de salud mental, no quiso dejar a su padre atrás en la huida por lo que "fueron quemados juntos".Ancianos y personas con discapacidades enfrentan también problemas a la hora de obtener ayuda humanitaria, desde el acceso a letrinas hasta las distribución de alimentos, ya que con movilidad limitada, pueden no ser capaces de llegar a centros de ayuda lejos de sus campos de desplazamiento."Mis hijos no viven conmigo y a veces hay personas que abandonan a sus parientes mayores porque no podemos ofrecerles nada a cambio", relató un hombre de 80 años, padre de tres hijos, con parálisis inferior en el cuerpo y sin dispositivo de movilidad."No sé cómo puedo acceder a la distribución de la comida a no ser que alguien la cargue por mí, porque yo tengo que gatear para moverme", sentenció.El personal humanitario y los donantes deben asegurar la participación de las personas mayores y con discapacidad en el diseño de sus programas y desarrollar estrategias y planes de acción que eliminen las barreras físicas, de comunicación y de actitud a la inclusión, exigió HRW en un comunicado desde Nairobi.El conflicto en Sudán del Sur estalló en diciembre de 2013 después de que el presidente, de etnia dinka, acusara a Machar, de la tribu nuer, de un intento de golpe de Estado.A pesar de que ambas partes firmaron un acuerdo de paz en agosto de 2015, el conflicto se reanudó en julio de 2016, y desde entonces la violencia ha ido en aumento.