Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Internacional | Fue acusado de complot islamista, y de poner una bomba en una estación de tren

Alemán, condenado a cadena perpetua por terrorismo

Fue acusado de complot islamista, y de poner una bomba en una estación de tren

Por: NTX

La acusación alegaba que una explosión habría tenido efectos mortales para la gente que se encontraba en el andén en esos momentos. EFE / ARCHIVO

La acusación alegaba que una explosión habría tenido efectos mortales para la gente que se encontraba en el andén en esos momentos. EFE / ARCHIVO

BERLÍN, ALEMANIA (03/ABR/2017).- El alemán Marco G. fue condenado a prisión perpetua por el tribunal superior de Düsseldorf, acusado de colocar una bomba en la estación central de tren de la ciudad de Bonn y de complot islamista, según informó este lunes el Tribunall Superior de Düsseldorf.

Otros tres radicales islámicos que actuaron junto con él recibieron penas de cárcel de 12 años. El cuarto extremista islámico recibió nueve años seis meses de prisión.

El acusado, alemán convertido al islam y oriundo de la ciudad de Oldenburg, en el norte de Alemania, colocó el 10 de diciembre de 2012 una bomba de fabricación casera en el andén uno de la estación de Bonn, en el oeste del país, que finalmente no explotó.

La Fiscalía alemana pidió desde el inicio del juicio cadena perpetua para el acusado y durante el proceso defendió que un error en la construcción del artefacto explosivo fue la causa de que no estallara.

La acusación alegaba que una explosión habría tenido efectos mortales para la gente que se encontraba en el andén en esos momentos, por lo que le imputaba el cargo de intento de asesinato.

La "cuidadosa y meticulosa selección de pruebas" demostró sin duda alguna que el sospechoso de 29 años de edad fabricó y colocó la bomba que no llegó a explotar en un andén, dijo la fiscal de Düsseldorf en su alegato final ante el tribunal de máxima instancia del estado federado de Renania del Norte Westfalia.

La defensa, por el contrario, alegaba que se trataba de una bomba de imitación sin efecto real.

La fiscalía lo acusaba también de un segundo cargo, el complot para asesinar, que habría urdido con otros tres acusados en Leverkusen.

Según esa versión, Margo G. habría fundado una agrupación islámica junto a esos tres coacusados que planeaba atentar contra el presidente del partido de derecha Pro NRW, un ataque que fue frustrado.

El proceso en su contra está en marcha desde septiembre de 2014. El pasado febrero y tras 148 días de vistas judiciales y un sinnúmero de alegatos, la Corte Suprema de Düsseldorf,en el oeste de Alemania, cerró el proceso de registro de pruebas.

El caso ha sido muy sonado en Alemania y aunque hace unos años la amenaza terrorista no estaba tan presente, ha tomado nuevo interés a la luz de los últimos ataques en el país, el último de ellos el pasado diciembre en un mercado navideño en Berlín, en el que murieron 12 personas.

El de Marco G. también dio titulares y desató especulaciones sobre un posible intento de fuga de prisión organizado por islamistas, después de que se hallaran objetos extraños en una instalación penitenciaria de Wuppertal-Vohwinkel.

La policía y la fiscalía llegaron a investigar por un intento de liberación del acusado, tras hallar en la sala donde se le mantenía recluido durante el juicio y en su celda objetos sospechosos como cuchillas de afeitar con el mango roto, lo que obligó a endurecer las medidas de seguridad y a trasladarlo a un centro de máxima seguridad.

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