Alegría en el mundo católico por beatificación de Wojtyla

POLONIA/MÉXICO (15/ENE/2011).- Con el decreto de beatificación, el catolicismo vivió una de sus mayores alegrías relativas a los santos. Juan Pablo II era requerido para santo y el Papa Benedicto XVI permitió un acercamiento más a tal culminación de fe.

El sentimiento de gratitud rebozó alrededor del mundo. Sin embargo, en Polonia y México se dio con un particular significado. En el país de origen de Karol Wojtyla, el arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, ex secretario y amigo personal de Juan Pablo II, manifestó su “gran alegría” luego del decreto del Vaticano anunciando su  beatificación el primero de mayo.

“En nombre de toda la diócesis, en nombre de Cracovia, y creo que en nombre de toda Polonia, quiero expresar mi gran alegría”, declaró monseñor Dziwisz después del anuncio de la fecha de la beatificación. “Quisiera agradecer enormemente al Santo Padre (Benedicto XVI) el decreto necesario para la beatificación”.

Al mediodía de ayer, el Vaticano anunció la aprobación del decreto oficial validando un milagro atribuido a su predecesor.

“Aunque la beatificación oficial no tendrá lugar hasta el 1 de mayo, ya se sabe que el deseo de millones de personas expresado durante el funeral de Juan Pablo II con los gritos de ‘Santo subito’ se hace realidad”, declaró el primado de Polonia, monseñor Jozef Kowalczyk.

Con el decreto, cualquier otro milagro que ocurra luego de la ceremonia de beatificación —que le conferirá el título de “Bendecido” a Juan Pablo— deberá ser aprobado antes de que pueda ser canonizado, o convertido en santo.

El cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, expresó que por la beatificación de Wojtyla: “El mundo cristiano está muy alegre y contento. Nos debe llenar de satisfacción, a los que lo tratamos, haber convivido con un gran santo y haber conocido a una grata persona”.

El arzobispo de Guadalajara indicó que el Papa Juan Pablo II siempre hizo énfasis del cariño que tenía por México; en ese sentido, precisó que su contacto con Karol Wojtyla se gestó a partir del 30 de enero de 1979 –fecha en que visitó por primera vez el Seminario Mayor de Guadalajara–, cuando fungía como rector del mismo.

Desde la Ciudad de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera manifestó su “inmensa alegría” por el anuncio del Vaticano. El jerarca católico recordó que durante sus 27 años de pontificado, Juan Pablo II visitó México en cinco ocasiones y que en cuatro de ellas estuvo en la Arquidiócesis de México.

Durante el liderazgo de Juan Pablo II en la Iglesia Católica, pasaron a la historia por los viajes apostólicos realizados en el mundo entero —incluyendo a 26 países de América Latina— y por haber renovado a la Iglesia Católica tras la crisis provocada por las reformas iniciadas con el Vaticano II, consideradas demasiado radicales por algunos.

Juan Pablo II se pronunció en esos años por la paz y el entendimiento internacional, la defensa de los derechos humanos, la promoción de una gran Europa del Atlántico a los Montes Urales y la solidaridad entre el Norte y el Sur.

GUÍA
Todos los caminos conducen a Roma

¿Cuál es el primer paso para la beatificación?

Se puede comenzar cinco años después de que la persona ha fallecido. Obligatoriamente, el prospecto debe de ser sugerido por una persona, grupo o arquidiócesis. En el caso de las dos primeras opciones, para la candidatura pase a Romatiene primero que ser apoyada por la arquidiócesis.

¿Qué sucede una vez que llega la propuesta a Roma?

Se estudia el caso para confirmar que la persona sugerida realmente haya tenido una vida apegada al catolicismo, y por lo tanto, sea indicada para recibir el título de beato.

¿Cuál es el paso definitivo para la beatificación?

Hay dos maneras que acepta El Vaticano. La primera es mediante un milagro, el cual será estudiado por un comité permanente. En caso de que la persona haya muerto en defensa de su fe, no se necesita comprobar milagro alguno.

¿Qué es considerado como milagro?

Es un acto que sobrepasa las leyes de la naturaleza y es de manera permanente. Sólo se pueden adjudicar milagros a personas fallecidas.

Después de la beatificación, ¿qué se necesita para ser santo?

La comprobación de otro milagro más para llegar a la colonización.

FUENTE: Arquidiócesis de Guadalajara.

ANÁLISIS
Subito” es igual a seis años
Pedro Palleres Yabur

¡No tengáis miedo! ¡Abrid, y aún de par en par, las puertas a Cristo!”. Juan Pablo II comenzó su pontificado lanzando ese reto en la Plaza de San Pedro. “¡Santo Subito!” lo despidió esa misma plaza más de 25 años después. Ayer, el Vaticano anunció que por subito hemos de entender seis años. Benedicto XVI lo declarará beato, lo que significa que puede ser reconocido como héroe cristiano, alguien a quien se le puede pedir su intercesión ante Dios, al menos en el ámbito de su Iglesia local.

¿Y los abusos de menores por sacerdotes? ¿Protegió a curas pederastas? ¿Y Maciel? George Weigel, uno de sus biógrafos más reconocidos, escribe: “Juan Pablo II fue engañado y traicionado por Marcial Maciel, un estafador maestro que engañó con éxito a muchos otros”. En todos los casos de este tipo que emergieron durante su pontificado hay que apuntar más la falta de liderazgo y prudencia de los obispos o sus colaboradores que a un encubrimiento voluntario de Juan Pablo II.

El 23 de abril de 2002 dijo con toda claridad: “Desde todos los puntos de vista, el abuso que ha causado esta crisis es inmoral y, con razón, la sociedad lo considera un crimen; […] La gente debe saber que en el sacerdocio y en la vida religiosa no hay lugar para quienes dañan a los jóvenes”.

Sin embargo, Benedicto XVI declarará beato al Papa polaco no por sus decisiones específicas en el Gobierno de la Iglesia, el tino para nombrar a sus colaboradores, o la aplicación de una política pontificia concreta. El proceso de beatificación investigó si el Papa había vivido personalmente la vida cristiana hasta el heroísmo.

Para la Iglesia Católica, un santo es quien se toma en serio el reto lanzado por el futuro beato en la Plaza de San Pedro. El decreto de beatificación afirma que “en la dinámica de unión personal con Dios, de la escucha permanente a los que Dios quiere decir en una situación concreta, fluía la entera actividad del Papa Juan Pablo II”.

Karol Wojtyla será beatificado el primero de mayo. Ironías de la historia: ese día fue declarado festivo por el socialismo en 1889. La caída del comunismo europeo no se entendería sin el “trabajo” de Juan Pablo II.

Maestro Pedro Pallares Yabur, profesor investigador de la Escuela de Derecho de la UP.

EL CASO BADILLO MIRELES
Un acercamiento, una sanación

Muchas historias son las que rodean a Juan Pablo II, fallecido en 2 de abril del 2005. Una de ellas tuvo lugar en 1990, durante su segunda visita a suelo mexicano. En ese año, a HerónBadillo Mireles, originario de Río Grande, Zacatecas, le diagnosticaron leucemia; tenía apenas cinco años de edad.

 En un trabajo publicado por este periódico el sábado 9 de abril del 2005, siete días después de la muerte del Papa, Badillo Mireles, quien en ese entonces tenía 20 años, lo contó así: “La gente comenzó a abrir (paso) hasta donde estábamos, llegó (el Papa) y me dio un beso en la frente; me dijo dos veces que soltara la paloma, la primera vez no lo entendí y voltee con mi mamá para preguntarle qué había dicho y me dijo que soltara la paloma”.

Badillo Mireles asegura que después de este hecho, recuperó el apetito que había perdido en los 15 días previos a ese encuentro.

Herón tenía 16 años cuando decidió entrar al Seminario Menor de Durango; al ver que no era su vocación, se retiró. Tras dejar los estudios como seminarista se casó a los 23 años.

En aquella charla con ese periódico, Badillo Mireles recordó otra fecha: 28 de enero del 2004. Ese día Herón volvió a encontrarse con Juan Pablo II, en Roma.

 El zacatecano acudió a una de sus audiencias, y aunque sólo pudo estar frente a él lo que describe como “un breve momento”, éste fue suficiente para decirle “gracias por haberme devuelto la salud”.

Sobre la noticia del fallecimiento que acaparó la totalidad de las portadas de los diarios, el muchacho expresó su tristeza. Ver el cuerpo de quien considera le salvó la vida le representó un acto doloroso, sin embargo “mi consuelo es que iba directamente con Dios”.

Probablemente sin testigos, el hecho no habría tenido la misma relevancia. Para suerte de Herón, en su caso sí los hubo. Uno de ellos es justamente miembro de la jerarquía católica; el sacerdote Humberto Salinas Castañeda, quien hoy en día se desempeña como columnista de un periódico local, presenció el momento en el que el ex Pontífice pidió le pidió que soltara la paloma al aire.

A principios de los noventa, el religioso imprimía un periódico que llevaba por nombre “Sembrando”. En él, dio a conocer la imagen en la cual convivían el Papa y el Herón de apenas cinco años.

Cabe destacar que en el momento de la entrevista con este diario, la familia Badillo Mireles no contaba con los documentos que comprobaran que Herón hubiera sufrido leucemia, ni tampoco los exámenes que acreditaran su recuperación.

 Esto se debía, según afirmaron, a que dicha documentación había sido enviada a El Vaticano para comprobar la veracidad de los hechos.