NACIONES UNIDAS (09/JUN/2017).- La comunidad internacional aprobó por unanimidad una serie de medidas a fin de redoblar los esfuerzos para revertir el daño causado a los océanos, anunció hoy el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Peter Thomson. Al finalizar la Primera Conferencia de la ONU sobre los Océanos, iniciada el pasado 5 de junio, Thomson indicó que los 193 Estados miembros de este organismo internacional asentaron su compromiso para mejorar la gestión y la conservación de los mares. Tanto gobiernos como el sector privado, la sociedad civil y la academia hicieron públicos poco más de mil 300 compromisos concretos para enfrentar problemas que van desde la contaminación marina hasta la pesca legal y la sobrepesca, la acidificación de los océanos y la falta de gobernanza en alta mar. "Ya nadie puede decir que no es consciente del daño que la humanidad ha hecho a la salud del océano. Por eso ahora estamos trabajando en todo el mundo para restaurar una relación de equilibrio y respeto hacia el océano", afirmó Thomson. Los compromisos alcanzados están en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14, que concibe la salud de los océanos como un elemento esencial para cumplir la agenda social de la ONU hacia el año 2030. Asimismo, en un documento acordado al finalizar la Conferencia de los Océanos la comunidad internacional reconoce que "el bienestar de las generaciones presentes y futuras está inextricablemente ligado a la salud y la productividad del océano". En el documento los gobiernos acuerdan implementar estrategias sólidas y duraderas para reducir el uso de plásticos y microplásticos, como bolsas y productos de un solo uso fabricados con estos materiales, que son fuente principal de contaminación marina. Asimismo, destaca compromisos para desarrollar y aplicar medidas que contrarresten la acidificación del océano y la costa, al aumento del nivel del mar y el alza de la temperatura marina, además de que reconoce la importancia del Acuerdo de París sobre el cambio climático. El llamado a la acción también incluye medidas para proteger los ecosistemas de carbono costero y azul, como manglares, marismas, praderas marinas y arrecifes de coral, así como ecosistemas interconectados más amplios. Incluye además llamados a mejorar la gestión sostenible de las pesquerías, incluyendo el restablecimiento de las poblaciones de peces en el menor tiempo posible. El documento además insta a los países a que prohíban de manera decisiva ciertas formas de subvenciones a la pesca que contribuyan al exceso de capacidad y a la sobrepesca, y que eliminen los subsidios que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.