La vocera de la Asamblea Permanente por la Paz, que reúne a más de 100 organizaciones sociales en Colombia, dijo a Notimex que "sería riesgoso marginar a una de las expresiones del conflicto (en este caso el ELN) de los diálogos de paz". Para Enríquez, es "indispensable" que el gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos concrete un proceso con ese grupo rebelde si tiene la intención de lograr la paz para su país tras 50 años de confrontación armada interna. En ese aspecto coincidió con la iglesia Católica colombiana, que en su asamblea anual celebrada la semana pasada expresó su esperanza frente a la pronta apertura de un diálogo entre la administración de Santos y el ELN para abrir el camino a la paz en este país. El arzobispo Augusto Castro consideró durante el cónclave religioso que el gobierno debe "verificar si existe la intención de conversar o no por parte del ELN, como lo hizo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)".El prelado aludió a la contradicción en que estaría ese grupo insurgente, el cual, según la iglesia, anunció su deseo de iniciar un proceso de paz y al mismo tiempo está secuestrando a extranjeros y colombianos para presionar la negociación. El diario El Espectador reveló este domingo que la retención de los alemanes Uwe y Otto Gunther Breuer por parte del ELN frenaron los contactos que habían iniciado el gobierno y esa guerrilla para concretar un proceso de paz. Sostuvo que "el apoyo de Alemania a este proceso ha sido fundamental y es por esta razón que el secuestro de dos de sus ciudadanos, en noviembre de 2012 y conocido la semana pasada, ha causado tanto revuelo y llevado a que este país tome distancia". Según el rotativo, los acercamientos con el ELN, la segunda guerrilla más importante de este país, se iniciaron casi al mismo tiempo que los de las rebeldes FARC, pero "han marchado (mucho) más lento". De acuerdo con la publicación, ya estaba definida una agenda, pero el secuestro de los extranjeros es lo único que ha retrasado el anuncio público del inicio de diálogos formales, lo cual se produciría en marzo próximo.Enríquez consideró que se debe insistir en una negociación con el ELN y, si es el caso, pensar en una mesa paralela a la instalada con las FARC en noviembre pasado en La Habana para poner fin a medio siglo de conflicto armado en Colombia. El diálogo entre el gobierno colombiano y las FARC, que tiene a Cuba y Noruega como garantes y a Venezuela y Chile como acompañantes, gira sobre una agenda que incluye salidas al problema del narcotráfico y reparación a víctimas de la guerra.
