Absuelven a coronel acusado de intento de magnicidio contra Correa

QUITO, ECUADOR (13/MAY/2011).- Un tribunal de Quito absolvió hoy a los últimos cuatro acusados por la sublevación policial del 30 de septiembre pasado, incluyendo al coronel César Carrión, que dirigía el hospital donde estuvo el presidente Rafael Correa durante un suceso que el Gobierno interpretó como intento de golpe de Estado.

El coronel Carrión y los agentes Luis Martínez, Jaime Paucar y Luis Bahamonde fueron declarados inocentes de los cargos imputados, incluido el de intento de magnicidio, por el Quinto Tribunal de Garantías Penales de la provincia de Pichincha, cuya capital es Quito.

El juez Hugo Sierra, tras una maratoniana audiencia que duró más de doce horas, leyó la sentencia, lo que levantó el júbilo entre cerca de un medio centenar de amigos y familiares de los acusados.

La decisión se produce horas después de que el nuevo ministro de Interior de Ecuador, José Serrano, acusara de parcialidad en el caso al juez Sierra y advirtiera con tomar acciones penales contra él.

"En caso de que ese tribunal siga esa línea de parcialización y resuelva a favor del coronel Carrión pues nosotros inmediatamente apelaremos la decisión, pero adicionalmente presentaremos las acciones penales en contra del doctor Sierra", dijo el funcionario en una rueda de prensa en el Palacio Presidencial poco después de asumir su cargo.

Serrano añadió que ese magistrado "está manipulando las audiencias de manera absolutamente oscura y no transparente".

El 30 de septiembre pasado, cientos de agentes descontentos por unas disposiciones salariales en la institución realizaron una protesta que luego derivó en un alzamiento, que incluyó la retención del presidente Correa en un hospital policial de Quito dirigido entonces por Carrión.

Carrión fue relevado de su cargo y encausado después de que el mandatario ecuatoriano lo acusara de ser cómplice de la sublevación.

Según el Gobierno, Carrión no permitió inicialmente el ingreso del mandatario al hospital, donde estuvo retenido durante casi todo el día, rodeado de policías sublevados.

Un mes después, el coronel dio unas declaraciones en las que afirmó que el presidente no estuvo secuestrado, como mantiene el Gobierno, lo que le hizo objeto de las críticas de Correa.

El gobernante ecuatoriano le retó hoy a que, independientemente del resultado del juicio, se someta a una prueba de polígrafo sobre lo que ocurrió ese día.

Hasta ahora no se ha condenado a nadie por su participación en el alzamiento, en el que murieron ocho personas.

Un juez puso en libertad en abril a otro de los principales acusados por el Gobierno, Fidel Araujo, un mayor retirado del Ejército cercano al expresidente Lucio Gutiérrez (2003-2005), ahora en la oposición.