BANGKOK, TAILANDIA (08/NOV/2016).- Amnistía Internacional (AI) denunció el acoso de las autoridades de Malasia contra medios de comunicación independientes tras el registro policial en la sede de un portal de noticias que calificó como insulto a la libertad de expresión.La Policía entró ayer por la tarde en la redacción del portal Malaysiakini y se llevó dos ordenadores como parte de una investigación contra este medio por haber rechazado el requerimiento de los reguladores para que retirara dos vídeos.Estos eran de una rueda de prensa de un dirigente del partido gobernante que criticaba al fiscal general por su negativa a investigar un multimillonario escándalo de corrupción en el que está implicado el primer ministro, Najib Razak."Este ataque injustificado es un insulto a la libertad de expresión y el último ejemplo de la cada vez peor campaña del gobierno Malasio contra medios independientes en el país", dijo el subdirector para el Sudeste de Asia de AI, Josef Benedict."Es pura intimidación y acoso de periodistas señalados solo por hacer pacíficamente su trabajo, que es informar sobre noticias. No es una coincidencia que estas sean noticias que las autoridades malasias quieran suprimir", añadió Benedict en un comunicado.La redada fue ordenada por la Comisión Malasia de Comunicaciones que hace un año ya realizó un registro en el portal por una información sobre un fiscal que fue apartado de sus funciones en la Comisión Anticorrupción.El incidente ocurrió dos días después de que un grupo progubernamental realizara una protesta delante de la sede de Malaysiakini después de que trascendiera que el portal recibió una donación del financiero, Georges Soros.Los manifestantes acusaban al filántropo de estar detrás de la crisis asiática de 1997 y a su organización, Open Society Foundation, de intentar entrometerse en el proceso electoral de Malasia.Organizaciones y activistas para la defensa de los derechos humanos denuncian el creciente uso de leyes como la de Sedición por parte del Gobierno malasio con el objetivo de acallar y reprimir cualquier voz disidente.
