A partir de hoy trasladan a disidentes a hospitales

LA HABANA, CUBA (24/MAY/2010).- La huelga de hambre que comenzó hace tres meses por el periodista cubano Guillermo Fariñas en protesta por la muerte del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo —quien falleció el 23 de febrero precisamente por un ayuno de 86 días— y por la liberación de 26 opositores enfermos, parece tomar tintes esperanzadores, y hoy podría ver el primer paso del Gobierno de Raúl Castro por tratar con algo de dignidad a los disidentes.

Según Fariñas, los presos políticos cubanos serán trasladados a partir de hoy a cárceles cercanas a sus familias y los enfermos a hospitales, un paso que podría llevar a liberaciones tras un diálogo sin precedentes entre el Gobierno de La Habana y la Iglesia Católica.

El opositor dijo que el obispo auxiliar de La Habana, monseñor Juan de Dios Hernández, lo visitó el sábado, para informarle de la decisión que el Gobierno comunicó al propio cardenal Jaime Ortega tras una reunión el miércoles. “Es lo que la Iglesia le llama pasos previos en las peticiones que ha hecho. También informaron que quizás a fines de esta semana habrá otro encuentro para hablar de posibles liberaciones”, declaró Fariñas por teléfono desde el hospital de Santa Clara, donde sigue el ayuno para exigir la excarcelación de 26 presos de conciencia.

La disidencia calcula que 17 presos políticos están en cárceles fuera de sus lugares de residencia y al menos 25 los que están enfermos, de unos 200 que según la oposición existen en Cuba, aunque el Gobierno no los reconoce.

La información de Fariñas y el encuentro de Ortega con las Damas de Blanco fue confirmada por una fuente de la Iglesia, que prefirió no ser identificada, aunque oficialmente aún no fue anunciada.

No obstante, aumentó la expectativa sobre liberaciones, como resultado inmediato de la reunión que sostuvo el miércoles Raúl Castro con Ortega y el líder de la Conferencia Episcopal, Dionisio García, la primera desde que relevó en el poder a su hermano Fidel hace cuatro años.

“Sería una excelente noticia. Es algo que habíamos pedido. De todo eso se habló en la reunión. Es un proceso”, afirmó monseñor García, arzobispo de Santiago de Cuba (oriente).

Monseñor Jorge Serpa, obispo de Pinar del Río (Oeste) y encargado de la Pastoral Penitenciaria de la Iglesia, destacó el “beneficio humano y social”, pues las familias deben “hacer sacrificios” para ver a sus presos por problemas de transporte. “Ayuda a limar asperezas. Todo esto es un proceso. Nadie está cerrado”, añadió.

“Hay seriedad en las conversaciones. Por eso esperamos que paulatinamente se vayan dando los diferentes pasos, como acercar a los internos a donde están sus familias, la atención esmerada a los enfermos, y algún tipo de libertad extrapenal”, comentó el arzobispo de Holguín, monseñor Emilio Aranguren.

El opositor Óscar Espinosa, condenado a 20 años en 2003 y excarcelado por  enfermedad, dijo que las medidas reforzarán la esperanza de los presos —con 12  de los cuales se comunicó en estos días— y manifestó su "absoluta confianza" en  la gestión de la Iglesia.

“El que el Gobierno haya hecho pública la reunión muestra que hay seriedad”, dijo su esposa Miriam Leyva, y el opositor moderado Manuel Cuesta opinó que tras estos “primeros pasos” Guillermo Fariñas debe “flexibilizar”.

TELÓN DE FONDO

Un ayuno por los prisioneros de conciencia

El 24 de febrero el psicólogo y periodista cubano de 48 años, Guillermo Fariñas, comenzó su ayuno, en protesta por los malos tratos a 26 presos políticos que se encuentran en delicado estado de salud, y por el fallecimiento de Orlando Zapata Tamayo, un día antes, quien prefirió morir encarcelado antes que ceder en el reclamo de sus derechos.

Tanto la muerte de Zapata Tamayo como la huelga de hambre de Guillermo Fariñas tuvieron eco internacional, lo que redundó en protestas de todo tipo al Gobierno de Cuba, que en la primavera de 2003 encarceló a 75 personas por expresar su inconformidad contra las autoridades.

Sin embargo, la reacción de Raúl Castro en esos días fue una advertencia. El Gobierno no “cederá al chantaje”, al rechazar la crítica internacional a la situación de derechos humanos de los opositores, a los que califica de “mercenarios” de Washington.

En recientes semanas la Iglesia Católica intercedió ante el Gobierno de La Habana, por mejor trato a los presos políticos, así como a las Damas de Blanco, grupo formado por las esposas y hermanas de los disidentes.

Hoy, pese a la noticia de que el Gobierno flexibilice el trato a los prisioneros de conciencia, Guillermo Fariñas, pese a llevar tres meses de ayuno, es claro: “Estamos buscando con esta huelga de hambre que los 26 presos políticos que están mal de salud sean puestos en libertad”.

Cuba navega lento por el embargo estadounidense

Las dictaduras navegan mal por internet, donde circulan ideas, noticias e imágenes con rapidez y libertad.

Rosa Miriam Elizalde, directora de Cubadebate —una web (http://www.cubadebate.cu/) que nació en 2003 y cuyo subtítulo es una declaración contra el terrorismo mediático—, tiene un trabajo imposible: vender un régimen que está perdiendo su halo de símbolo y empieza a ser blanco de críticas, también desde la izquierda. “Cuba no es el paraíso, pero tampoco es como se pinta. Hay una campaña de satanización”.

Elizalde desgrana las penurias tecnológicas con las que se enfrenta (“tardo seis horas en subir un video a YouTube”) y otras de la vida cotidiana de una madre de una hija de 16 años. “Se sorprendería de lo críticos que son los cubanos. Si va a una reunión y escucha lo que allí se dice pensaría: ‘Este país se viene abajo’, pero llega el primero de mayo y un millón de personas marchan por la calle. Hay quien dice que son borregos, pero nadie va casa por casa golpeando la puerta. Si hay un elemento aglutinador es el rechazo a la injerencia de Estados Unidos (...) Decir que Cuba es una dictadura, es un cliché”.

A su lado, un hombre de traje oscuro y antiguo, que se presenta como presidente de una asociación cubana de escritores, devora una pizza de quesos del país.

Cuando habla el hombre uno tiene la sensación de que es el encargado de que no surjan los grises, de que fluyan las palabras de siempre. “Sufrimos un embargo tecnológico. Estados Unidos nos impide el acceso al cable submarino; dependemos de las conexiones por satélite en las que la velocidad es muy lenta”, se queja la periodista.

A Elizalde no le gusta la bloguera Yoani Sánchez (http://www.desdecuba.com/generaciony/), premio Ortega y Gasset de 2008, que considera un producto construido desde España: “Tiene detrás un aparato publicitario para dar rostro a una retórica anticubana. Su blog está en un servidor en Alemania y tiene 60 veces la conectividad de toda Cuba”.