Ideas | Un Congreso sin consenso Por: Cuauhtémoc Cisneros Madrid 28 de junio de 2011 - 02:00 hs Un Congreso sin consenso ¡Quién lo iba a pensar!, las apuestas eran en el sentido de que no podría haber un Congreso del Estado más conflictivo, falto de consenso e improductivo que la Legislatura anterior —y la que antecedió a la misma—, no obstante, la actual, sufrida heredera que además carga con sus propios karmas, ha pasado a ocupar un sitio estelar. Una de las razones principales para que ello suceda es la falta de nivel de la mayoría de sus integrantes, quienes contrariamente a los de antaño (los de los años cincuenta y posteriores), éstos sí saben leer, sí fueron a la escuela —o por lo menos estuvieron inscritos en alguna— pero no obstante ello, su ignorancia en las cuestiones legislativas deja mucho qué desear, además, por supuesto de su falta de compromiso con la sociedad y las agallas que aquellos demostraban para sacar adelante sus principios. Es entonces cuando cobra fuerza la conveniencia de que en la futura y cacaraqueada Reforma Política, se contemple la posibilidad de reelección, para ir contando cada vez más con expertos en la materia que hagan su trabajo. De igual manera, sería deseable que los partidos políticos postulen a sus mejores elementos, con un cierto equilibrio para aprovechar a los más experimentados e ir creando los cuadros sustitutos. Aunque para ser honestos, lo que les falta a un buen número de los actuales diputados, es precisamente compromiso social. Ignoro cómo fue posible que sus respectivos partidos políticos los postularan ($$), y cómo hicieron para conseguir los votos que los llevaron al Congreso, pero el caso es que éstos van por lo suyo, lo que los convierte en moneda de cambio y a las primeras de cambio aceptan trueques, ya sea para su beneficio, el de su grupo político o el de su partido, y si se puede para todos, mejor. Hoy en día, los diputados son “la comidilla” de las redes sociales, blanco de los peores comentarios, y han llevado a que la ciudadanía clausure —simbólicamente— el Congreso, mientras que otras organizaciones les llevaron tremendas ratoneras y otras más expusieron dentro del recinto huevos multicolores con diferentes alegorías. Así, así no se puede dar la clase, solía decir el maestro Bassols cuando daba sus clases en la Universidad de Guadalajara, y sus alumnos, jóvenes y vagos, no le permitían impartir adecuadamente su cátedra. Si no hay honestidad, por lo menos en una mayoría simple, será imposible que se legisle de acuerdo a las necesidades de la población, que se castigue a quienes como el auditor, defraudan a las instituciones, que se ponga en su lugar a los gobernantes —de cualquier partido y de cualquier nivel— que no respetan la ley. Como lo han dicho otros… ya nos veremos en 2012. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones