Por Salvador Cosío GaonaTras muchos años de ausencia del beisbol profesional en Jalisco se generaron las más altas expectativas en cuanto al éxito del equipo al regresar los Charros a esta plaza de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) en la campaña 2014-2015, siendo merecido resaltar que la directiva encabezada por el presidente del equipo, Armando Navarro Peña, y el presidente del Consejo de Administración, Salvador Quirarte Villaseñor, lograron implantar la famosa #Charromanía al renovar la pasión beisbolera en la afición tradicional e infectar del gusto por el Rey de los Deportes a cientos de miles de nuevos aficionados a través de una muy buena estrategia integral conjuntando buen espectáculo, ambiente festivo totalmente familiar y adecuada organización en torno a un conjunto beisbolero integrado por peloteros realmente haciendo equipo, en un estadio atractivo por su buena ubicación y adecuadas instalaciones para el disfrute del juego y las amenidades colaterales. Charros tuvo la gran campaña del retorno tras el ayuno de 20 años y estuvo cerca de coronarse campeón al llegar a la Final siendo el mejor equipo de ambas fases del certamen 2014-2015, además que avasalló en la postemporada llegando al último serial a tambor batiente mas no logrando finalmente consolidar el pleno éxito y fue derrotado en la Final por Tomateros de Culiacán, que aunque habían arribado en menor destello que la novena jalisciense a los Playoffs supieron administrar mejor su esfuerzo y con mejor manejo del mánager se coronaron para abollar la alegría de los fanáticos del conjunto jalisciense, mas el subcampeonato fue de cualquier manera satisfactorio por lograrse en el primer año de la época del regreso y dejó el ambiente listo para esperar la coronación en la campaña siguiente, que como sabemos, tristemente no llegó. Ya tuvimos ocasión de lamentar la mediocre campaña que Charros tuvo en la siguiente temporada, la 2015-2016, que al contrario de lograr superar el éxito deportivo de la anterior, apenas pudo pasar a la etapa de finales y además haciéndolo en la forma más vergonzosa que pudiésemos haber imaginado, pues debió perder para pasar ajustadamente a la ronda de fiesta rumbo al título, pero sólo para ser descalificados en la primera serie de Playoffs al barrerlos en cuatro juegos el escuadrón de Águilas de Mexicali, conjunto que llegaría al subcampeonato conducido por Edgar González Sabín, quien a la postre sería mánager de Charros al final de la temporada siguiente, la 2016-2017, la peor de la historia de la escuadra albiazul jalisciense.Pero no obstante fue aciaga la temporada en la que sólo pudieron los Charros llegar y ser aplastados en la primera serie de la fiesta de postemporada, la afición mantuvo el respaldo al conjunto y prevaleció el ánimo con la mente puesta en la siguiente campaña y pensar en esa como la del añorado campeonato, pero tal cual ya se apuntó, la 2016-2017 fue sin duda la más mala campaña de los albicelestes, penosamente recordada por las amplias rachas oscuras de muchas derrotas seguidas con breves espacios de escasas victorias muy espaciadas y bastante pocos momentos gratos perdidos entre el montón de sinsabores deportivos, para al final culminar con muchísima más pena que gloria sin poder pasar a la fiesta en pos del título convertidos en el peor equipo del certamen anual. Mas pese al infortunio, la noble afición se mantuvo ahí apoyando.El mal trago de la anterior brega beisbolera anual de Charros quedó de alguna forma someramente atenuado al haberse gozado del beisbol de gran calidad en la edición 2017 del Clásico Mundial de Beisbol que tuvo como una de sus sedes a Jalisco y ahora, tras haberse resuelto favorablemente el que en estas tierras jaliscienses será realizada la sexagésima edición de la Serie del Caribe a efectuarse del 1 al 7 de febrero de 2018 en el Estadio Panamericano que es la casa de Charros, la emoción es patente entre la afición jalisciense y avencidada, pero también es claro que existe exigencia de la fanaticada para que la directiva arme el equipo al más alto nivel de competitividad y logre superar el éxito de la primer campaña del retorno y, ahora sí, no sólo clasifique a finales, sino que además sea el Campeón de la Liga del Pacifico y por ello gane el derecho a ser la base del seleccionado de México para jugar la Serie del Caribe.El reto no es el éxito en la organización del certamen, ya que ello parece ser algo casi asegurado, la exigencia social es que Charros procure coronarse para así encabezar la lucha para darle a México de nuevo el título de la Serie del Caribe.@salvadorcosio1 bambinazos61@gmail.com