“Soy de Mazatlán, Sinaloa y vivo en Guadalajara desde el 2002. Estudié la licenciatura en economía en el ITAM, en la Ciudad de México, y una maestría en Políticas Públicas en la Universidad de Princeton, en Estados Unidos. Me he dedicado al fortalecimiento de las organizaciones de la Sociedad Civil y a la Profesionalización de la Inversión Social. Soy socia fundadora de la Asociación Civil Alternativas y Capacidades, creada en el 2002 en la Ciudad de México. Ahí trabajé en muchos proyectos y entre el 2012 y 2015, ya como voluntaria, fui presidenta del Consejo Directivo. Desde chica me gustó mucho leer y tuve la inquietud por la escritura. En el 2011 decidí dejar mi trabajo en Alternativas y Capacidades, empecé a tomar cursos de escritura creativa y a dedicar tiempo a escribir. Así he ido conociendo innumerables autores, y aprendiendo técnicas para narrar creando historias”.—¿Dónde has estudiado y quiénes han sido tus maestros de literatura?“Estudio el Diplomado en Creación Literaria en la SOGEM Guadalajara, donde mis principales maestras han sido Martha Cerda y Carolina Aranda, y asisto al taller de narrativa Sin Margen, también con la profesora Carolina Aranda. En la SOGEM he tomado cursos de literatura con otros profesores, Tessie Solinís y Arnulfo Velasco. También tomé un curso en línea en el CAAV Virtual de la Universidad de Medios Audiovisuales, con Cecilia Magaña”.—¿Ganaste recientemente dos premios: la beca del CECA, de Jalisco, para publicar un libro de cuento infantil y el Premio Nacional de Cuento Gilberto Owen. ¿Qué diferencias encuentras entre uno y otro género?“La mayoría de las personas piensan en cuentos para niños cuando escuchan la palabra ‘cuento’, no lo identifican como un género literario. Me ha pasado mucho que cuando especifico que escribo cuentos para adultos, piensan que se trata de cosas triple X. La verdad es que entre ambos géneros hay muchas diferencias. Cuando escribes para niños necesitas crear una voz narrativa con la que ellos se identifiquen. Tienes que considerar de manera más específica la edad de las personas para quienes escribes, las palabras y frases que usarían, las cosas que harían o pensarían. Porque hay muchas cosas que los adultos hacemos, decimos o pensamos, pero los niños no. Creo que es más difícil encontrar esa voz y hacerla creíble en un cuento para niños, que en un cuento para adultos”.—¿Cuáles son los títulos de tus libros y cuáles son los temas?“El cuento infantil que ganó la beca del CECA se llama Encrucijada. Es un cuento breve sobre un niño que al salir de su casa encuentra soldados afuera y tiene que decidir qué hacer. Está escrito de manera que el lector escoge qué hace el personaje y tiene cuatro finales diferentes. El libro que ganó el Premio Gilberto Owen se llama Nadie que me comprenda. Es una colección de veinte cuentos, ubicados en Mazatlán, que exploran la complejidad de la naturaleza humana y las relaciones interpersonales a través de un personaje principal”.—¿Has intentado otros géneros como la novela o la poesía?“Hasta ahora, no. Estoy concentrada en los cuentos, cortos y largos, y cuentos para niños de diferentes edades”.—¿Crees que en Guadalajara hay mejores oportunidades para las escritoras que en otros lugares del país? “Sí. Aquí descubrí mi vocación de escritora y decidí hacer una nueva carrera en este campo. Tuve la suerte y la oportunidad de encontrar una escuela como la SOGEM, con excelentes maestras y talleres de escritura en los que he aprendido muchísimo, y la gran ventaja de que aquí se lleve a cabo la FIL”.—¿Tienes algún nuevo proyecto para este 2017?“Estoy trabajando en la publicación de Nadie que me comprenda y de tres historias para niños, incluyendo un segundo cuento en el que los lectores deciden lo que hace el personaje, que en este caso es una niña. También sigo escribiendo cuentos para una nueva colección que se centra en ciertos elementos de la vida de las mujeres”.“Yo nunca habría tenido éxito en la vida si no me hubiera dedicado a las cosas pequeñas con la misma atención y cuidado que le dediqué a las más grandes”. Charles Dickens.