Ideas | Panistas en guerra Por: Jorge O. Navarro 16 de agosto de 2011 - 02:00 hs Panistas en guerra En la interminable carrera por la Presidencia del país, cuya elección tendrá lugar el uno 1 de 2012, los aspirantes de Acción Nacional acaparan la atención pública y evidencian la incongruencia del sistema político en México. El fin de semana que recién terminó ofrece ejemplos clarísimos: En Guanajuato, el gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez reunió a cientos de personas que en teoría son militantes y simpatizantes del PAN, y en una ceremonia partidista entregó al secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, un fajo de papeles en el que dijo, había más de 38 mil firmas de panistas que quedan en una suerte de depósito de apoyo, para cuando el funcionario federal se lance a competir por la candidatura presidencial panista… cuando exista competencia oficial. En el mismo Estado, el ex senador Santiago Creel Miranda, en un curioso giro de su estrategia por la candidatura, fue a visitar a Vicente Fox Quesada —el ex presidente con quien fue durante varios años un gris secretario de Gobernación— en el Centro Fox, para encontrar un aliado dentro del partido que parece inclinarse por negarle, por segunda ocasión, la candidatura presidencial. Un día después, ya no en Guanajuato, sino en la capital del país, la diputada federal Josefina Vázquez Mota presentó un informe de su labor en una ceremonia que quizá es la más costosa en años: más de cinco millones de pesos. El informe consistió básicamente en un discurso y en una convivencia con quienes desean fervorosamente que la señora sea candidata presidencial. La parafernalia vazquezmotista se multiplicará los próximos días, pues la coordinadora de diputados albiazules rendirá su singular informe de diputada-precandidata en cuantas partes sea posible en el país. Después del Distrito Federal ya estuvo en Oaxaca y este jueves visitará Guadalajara. En esta competencia desenfrenada por ganar espacios en prensa, radio, televisión e internet, otros dos aspirantes del PAN quedaron fuera de la jugada: el secretario de Educación, Alonso Lujambio Irazábal, y el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez. Ambos, por resultados en encuestas y por su escaso crecimiento en la preferencia de la militancia, parecen estar condenados a retirarse de la precampaña. Es lo más razonable. Pero hace mucho los panistas no son razonables. En este escenario, es notable cómo el gobernador Emilio González (de quien es sabido que aspiró a ser el precandidato del sector más conservador del PAN) perdió el respaldo del grupo que encabeza el guanajuatense Juan Manuel Oliva. Sus oportunidades se reducen tanto como las de Lujambio Irazábal, aunque el discurso de ambos insiste en sostener sus ambiciones. Si las críticas por actividades de precampaña son tan profundas para priistas como Enrique Peña Nieto o izquierdistas como Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón, los precandidatos panistas son más sujetos de reprobación por una razón fundamental: el Gobierno de la Federación es su responsabilidad, y lo están descuidando. Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones