Jalisco, por favor, no te rajes

Honda de México ha sido, efectivamente, Honda de Jalisco, desde mediados de la década de los noventa. Sin embargo, esto puede estar a punto de dejar de ser cierto, o por lo menos, nuestro Estado está muy cerca de ya no ser la más importante sede de Honda de México en este país. El detalle es que Honda quiere crecer. Está lista para hacer una inversión de nada menos que 800 millones de dólares, para construir un vehículo subcompacto en suelo nacional. Unos dicen que será el Fit, pero podría ser otro aún más chico. La intención es surtir el mercado de las Américas, de Norte a Sur. Como el Fit ya se hace en Brasil, se abre la posibilidad de que sea otro. Claro que en la hora de crecer, Honda pensó primero en Jalisco, donde ya está. Hay, empero, dos graves problemas. El primero es la escasez de terrenos en venta en el corredor industrial de El Salto. Como la ley no desincentiva la especulación, quien tiene no quiere vender. Y aún si quisiera, el haber permitido que hubiera una desviación en el uso del suelo de El Salto, que llegó hasta a residencial, el precio subió mucho. Sin terrenos en venta y con precios demasiado elevados como para empezar siquiera una negociación, hubo que buscar en otro lado. Jalisco siguió como opción y dos terrenos cercanos a Lagos de Moreno aparecieron en el escenario. Uno de ellos está cerca del aeropuerto de Lagos. Empero, hay que nivelarlo y hacer un puente sobre una autopista, para hacerlo viable. La respuesta del Gobierno del Estado a ambas peticiones fue tibia, alegando incluso dificultades de negociación con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), para construir el puente. Otro terreno, con las mismas 400 hectáreas que necesita Honda para su planta que arrancaría con producción cercana a 150 mil vehículos por año en 2013, necesita que el Gobierno estatal negocie con algunos ejidos, además un tramo de carretera por construirse. Aún no hay ninguna respuesta positiva de parte del Gobierno jalisciense en ninguno de los casos. Mientras tanto, ofertas de parte de otros estados le caen a Honda. La más anunciada hasta ahora es la menos probable: Guanajuato. El problema es que el terreno que ese Estado ofrece a Honda, está demasiado cerca de otra planta que se instalará en Salamanca entre 2013 y 2014: de Mazda. Esa cercanía implica problemas con contratación de personal y hasta con la confidencialidad que se necesita del personal que trabaje en esas plantas. De hecho, la mayor posibilidad para Honda de México en este momento, debe ser San Luis Potosí, que tiene un terreno en teoría “reservado” para Toyota desde hace cuatro años. Como Toyota no dice “esta boca es mía”, San Luis Potosí está haciendo “ojitos” hacia Honda. Como la decisión aún no está tomada, o al menos no anunciada, la “guerra” entre los tres estados está declarada. De cara, la nueva planta implicaría poco más de tres mil empleos directos. La base de proveedores que llega junto con una nueva fábrica, traerá muchos empleos indirectos más. Una fábrica de autos, quiere decir crecimiento, dinero, progreso. Muchos pueden pensar que crecer en El Salto sería aprovechar una buena base ya existente de proveedores. El detalle es que falta una línea de ferrocarril desde Guadalajara hacia Aguascalientes. Con lo que hoy tenemos, sus usuarios necesitan enfrentar un cambio de convoyes que toma mucho tiempo hasta que su mercancía llegue al ferrocarril que va directo a Estados Unidos, principal destino de la producción automotriz mexicana. Estar en San Luis Potosí o Guanajuato, resulta mucho más barato a largo plazo, que estar en Jalisco. Y, si al encontrar en Jalisco terrenos que podrían ser usados para la expansión de la única fábrica productora de automóviles que tenemos, vemos que la respuesta de la autoridad local es nula o lenta, bueno, no nos queda más que lamentar el hecho y ver que Honda de México, muy pronto, puede dejar de ser “Honda de Jalisco”.