Abigail González Valencia estaba comiendo en un restaurante de Puerto Vallarta, Jalisco, cuando lo detuvieron. Según el reporte de la Comisión Nacional de Seguridad al que tuve acceso, no ofreció dinero para que lo dejaran libre. Ofreció 50 millones de pesos para que no le tomaran fotos ni video. No quería salir en la tele y quedar estigmatizado.Le apodan “El Cuini”. Es uno de la docena de hermanos al mando del cártel de Jalisco Nueva Generación, considerado por las autoridades federales como el más poderoso y peligroso del México actual.Aunque Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” es considerado por algunas instancias como el líder de esa organización, la Secretaría de Marina y la Comisión Nacional de Seguridad coinciden en que se trata sólo de una figura visible que esconde a los verdaderos dueños del negocio, los hermanos González Valencia.Según informes oficiales, son herederos del cártel de los Valencia, que se empoderó durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León gracias a su capacidad de producir metanfetaminas y colocarlas en territorio de Estados Unidos.Su modo de vivir, dicen quienes los investigan, es sumamente discreto. Tratan de no llamar la atención y apuestan al bajo perfil (50 millones para no ser retratados suena contundente), a diferencia de capos como Servando Gómez Martínez “La Tuta” que hasta se grababa videos.Según el mismo reporte de inteligencia gubernamental al que tuve acceso, los dueños de Jalisco Nueva Generación operan sobre todo en Nayarit y Colima. Y tratan de vivir —y por tanto mantener más tranquilo— al Estado que llevan en el nombre de la organización criminal.En pasadas entregas de estas Historias de Reportero (“El nuevo cártel más rico de México”, marzo 18 de 2014) usted leyó que tras la caída de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en febrero de 2014, los reportes secretos de inteligencia federal catalogaron como el cártel más peligroso al de Jalisco Nueva Generación.Su poderío económico derivaba de la producción de metanfetaminas, el cultivo de mariguana, el tráfico de cocaína sudamericana y los secuestros. Con esto, les alcanzaba para sostener tres guerras de manera simultánea: contra Los Zetas en Veracruz, financiando grupos de autodefensa en Michoacán para aniquilar a Los Templarios y dando la pelea por el control del corredor de Guerrero-Estado de México.La captura del máximo líder de Jalisco Nueva Generación pasó casi en silencio. En gran medida porque las autoridades no explicaron la dimensión de un personaje que al momento de su captura era más poderoso que “La Tuta”. Pero el michoacano se llevó los reflectores… justo un día antes.SACIAMORBOSMe aseguran que los 50 millones fueron rechazados. No sé si alguien se los ahorró o si alguien los dejó de ganar, o no, pero si el objetivo del “Cuini” era pasar desapercibido y que nadie “le ponga cara” cuando se hable de él… lo logró.