Jueves, 26 de Diciembre 2024

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El factor Manlio

Por: Salvador García Soto

En la ruta que han trazado para su regreso al poder, el PRI y su virtual candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, aún deben resolver un factor que no ha entrado de lleno en la ecuación del retorno priista en 2012: Manlio Fabio Beltrones.
El senador, que ha hecho públicas sus aspiraciones presidenciales, sigue siendo una incógnita para muchos priistas que aún se preguntan cómo va a actuar al momento en que se definan las cosas en el PRI, y si se va a sumar a la eventual campaña de Peña Nieto y bajo qué condiciones. Hasta ahora Beltrones no ha cedido a las presiones internas de su partido que le piden declinar en su proyecto político y sumarse ya a la cargada que ya se mueve al interior del viejo partido para apoyar al aún gobernador mexiquense. “Yo no tendré problema en reconocer a quien sea candidato, pero antes de promover cargadas el partido tiene que definir para qué quiere volver al poder, qué es lo que le proponemos a los electores”, ha respondido Manlio a correligionarios suyos que se han acercado a pedirle que se sume ya públicamente a Peña. Aunque existe entre los dos aspirantes priistas una buena relación y se han reunido ya en varias ocasiones, es un hecho que la tan buscada “unidad” priista rumbo a 2012 pasa necesariamente por algún tipo de acuerdo o negociación entre Peña y Beltrones, que hasta el momento no ha ocurrido, en la lógica de evitar un riesgo de fractura o división entre los grupos priistas. Si bien Peña tiene, por el momento, un control mucho más claro y real en el priismo nacional, y en las redes de apoyo que ha construido están al menos 12 de los 17 gobernadores priistas —a los que apoyó con recursos para sus campañas—, además de un buen número de diputados y senadores, sin contar con la estructura paralela al PRI que recorre el país con el logotipo de Fuerza Mexiquense, la fuerza política del senador sonorense, su presencia nacional y su eventual decisión de competir en contienda interna, lo vuelven aliado necesario para Peña, pero sobre todo un enemigo que debe evitar a toda costa. Beltrones ha jugado hasta ahora su propio juego, que consiste en presentarse como “la otra opción” en el PRI en caso de que, por alguna razón que nadie puede aún descartar, Peña no llegara a ser candidato. La presencia de Manlio como “el plan B” priista ha sido inteligente y, sin atacar a su correligionario, se ha concentrado en reforzar su presencia en la escena nacional, que lo ubica en estos momentos como uno de los políticos con más poder e influencia en las decisiones de la agenda pública del país. Es común escuchar en los corrillos políticos, lo mismo en voz de priistas que de políticos de otros partidos, la expresión que reza que “Manlio es el mejor político de la actualidad en México, el más sólido y el que podría hacer un mejor papel como presidente”, pero esa frase siempre viene acompañada de otra: “que el sonorense no sería tan buen candidato y no tendría la misma fuerza para garantizar un triunfo contundente al PRI”. Y aunque algunas encuestas empiezan a desmentir esa idea y muestran a un Beltrones en crecimiento, la realidad es que el propio senador tiene muy claro que no podría competir en una elección interna con la popularidad y la fuerza de Peña Nieto, aunque, eso sí, deja en claro que su apoyo al mexiquense se dará hasta que el PRI defina una propuesta clara de gobierno y previos acuerdos que, en sus propias palabras: “No son acuerdos para buscar ningún cargo para mí, a mí no me interesa ningún cargo en el futuro” ¿Qué entonces pedirá Manlio Fabio Beltrones antes de darle su apoyo abierto y público a Peña Nieto? NOTAS INDISCRETAS… En la comida de ayer entre los precandidatos del PAN empezó a perfilarse lo que será la terna final que pidió Gustavo Madero con miras a un proceso interno que arrancará en octubre. El primer descarte formal fue el de Heriberto Félix Guerra, quien al no presentarse a la comida, prácticamente confirmó que, de aquel “caballo negro” que muchos vieron en él para la sucesión presidencial, sólo queda un secretario que si acaso se sumará a apoyar a otro panista. De los seis que quedan, ayer mismo, Emilio González, de Jalisco, declaró que si el PAN decide adelantar tanto sus tiempos, como al parecer ocurrirá, él no iría a una contienda interna, así es que quedarían cinco. Javier Lozano ya ha dejado ver su intención de declinar a favor de Ernesto Cordero, lo que reduciría la lista a cuatro; y finalmente en los círculos panistas se habla de que a Alonso Lujambio le han comenzado a mandar mensajes desde Los Pinos para que se haga a un lado y deje de hacerle sombra a Cordero, es decir, que un primer esbozo de la terna panista para octubre podría ser: Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota y por supuesto el favorito del Presidente Calderón, Ernesto Cordero… Los dados volvieron recargados. Doble escalera para iniciar semana.

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