Ideas | * Contraste Por: Jaime García Elías 16 de agosto de 2011 - 02:00 hs * Contraste El consuelo para el Atlas, de momento, estriba en que sus compañeros de desgracias tienen, como los Rojinegros, un panorama sombrío para la próxima jornada... Si bien es cierto que pocos se atreverían a arrendar las previsibles ganancias de los pupilos de Rubén Omar Romano en su visita del próximo domingo a un América presionado porque sus números —cinco puntos en cuatro apariciones cumplidas en lo que va del Torneo de Apertura— están muy por debajo de las baladronadas de sus publicistas (dicen las malas lenguas que el slogan que los “creativos” se sacaron de la manga le quedó, en efecto, “Grande, muy grande” al cuadro americanista...), tampoco cabe el optimismo en los casos de Querétaro y Tijuana, vecinos del Atlas en el tabulador general, e inquilinos, también, de la parte baja en la tabla de cocientes, que será determinante para el asunto del descenso. * Lo más preocupante del caso es que, mientras los dirigentes de Tecos —rebautizados como Estudiantes—y Querétaro ya tomaron las consabidas medidas desesperadas y removieron a sus técnicos, como si se tratara de una fórmula que hubiera probado su eficacia, el Atlas parece empeñado en dar la razón a Arthur Bloch cuando sostenía, en una de las múltiples variables de la Ley de Murphy, que “Nada es tan malo que no pueda ser peor”, o que, “Después de que las cosas han pasado de malas a peores... el ciclo se repetirá”. Así, como para acentuar el contraste con el rendimiento de un Guadalajara que desde el arranque de la campaña encontró las ocasiones propicias para convertirse en protagonista del certamen, los rojinegros siguen, literalmente, arrastrando la cobija. * El sábado, sin ir más lejos, Romano y sus danzantes fueron exhibidos por José Luis Salgado y unos Estudiantes que dependieron del sentido común para sacar el resultado a base de una fórmula elemental: orden para defender... y personalidad y entereza para aprovechar las oportunidades que eventualmente se presenten. (Decían, por cierto, que con la lentitud que caracteriza a los centrales de la Autónoma, los “veloces” atacantes del Atlas se darían vuelo la noche del sábado en el Jalisco. La realidad fue desoladora: desorientados, desprovistos de un plan de ataque acorde a las teóricas limitaciones del rival, los seudo atacantes rojinegros se movieron a un ritmo como para que Bovaglio, Davino y Leaño jugaran en sillas de ruedas). Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones