La nueva macrorrecomendación por la contaminación excesiva que registra el río Santiago, y que según la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) responde a que la primera ha sido ignorada, generó una propuesta concreta del Gobierno del Estado: realizar una gira por la cuenca para demostrar a la defensoría los avances que ha hecho la administración en su primer año.A 11 años de emitir el primer llamado, y de que éste no haya sido puntualmente cumplido por las autoridades estatales ni las municipales, la Comisión reveló a este medio que está en proceso de lanzar una “actualización”.Por dicho anuncio, el jefe del Ejecutivo local criticó a la CEDHJ, ya que, afirmó, él “no necesita recomendaciones” acerca de las acciones que son necesarias para el río Santiago. “Se están haciendo desde el primer día de Gobierno”.Mediante un video que difundió por redes sociales, invitó al presidente de la Comisión, Alfonso Hernández Barrón, a los “opinadores profesionales que escriben cosas sin saber” y en general a todos los interesados, a una “macroexcursión” por los 14 municipios de la cuenca del Santiago a fin de conocer las obras que se ejecutan y en las que se han invertido “cientos de millones de pesos”.“En lugar de estar haciendo sus recomendaciones, nos vemos el miércoles (mañana) para demostrar lo que está haciendo el Gobierno del Estado”, manifestó. Horas después, Derechos Humanos Jalisco respondió, vía comunicado, que el ombudsman sí estaría en esa excursión para “trazar una ruta que se encamine a resolver de fondo este caso, que implica múltiples violaciones a los derechos humanos”.El gobernador destacó que, aunque se estén mejorando las plantas de tratamiento, se construyan colectores o se limpie la maleza, la calidad del agua no mejorará en lo inmediato sino hasta que las obras estén terminadas y funcionando. “Espero que este Gobierno pase a la historia como el que logró el saneamiento del río, pero va a ser un trabajo muy largo y muy complejo”.También mencionó que las otras administraciones “fueron irresponsables y dejaron que el problema creciera”.Ayer, pobladores de El Salto, Juanacatlán y Tonalá, cuyas viviendas se encuentran en las proximidades del Santiago, se manifestaron frente a la CEDHJ. Allí interpusieron una queja integrada por cuatro mil firmantes, quienes demandan la intervención de la Comisión por las secuelas que ha causado el agua contaminada a sus familias.Después de que se dio a conocer que permaneció oculto un estudio realizado entre 2010 y 2011 sobre las consecuencias a la salud atribuidas a la contaminación del río Santiago, pobladores de los alrededores de la cuenca (particularmente de El Salto, Juanacatlán y Tonalá) se manifestaron frente a las instalaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ).Con consignas como “¡La salud no se vende, se ama y se defiende!” y “¡Cárcel a los corruptos!”, los manifestantes dejaron en claro que no se acostumbrarán a la contaminación, como, afirmaron, les sugirió la alcaldesa de Juanacatlán, Adriana Cortés González, durante una asamblea.Rebeca Nuño, pobladora de Juanacatlán e integrante del colectivo Un Salto de Vida, informó que se interpuso una queja en la Comisión por el ocultamiento del estudio —que las autoridades del sexenio de Emilio González Márquez recibieron— sobre la contaminación del río y sus efectos en los pobladores.“Durante estos años, en los que se comprobaba, por fin, la relación entre el río y las enfermedades, se pudieron evitar un montón de muertes, las enfermedades de muchas personas, y el Estado decidió ocultarlo”, lamentó.La queja reúne unas cuatro mil firmas de pobladores afectados, quienes además buscan ser tomados en cuenta en la nueva versión de la macrorrecomendación que eventualmente haga la CEDHJ, misma que, esperan, no quede sólo en el papel.También se exige una declaratoria de emergencia ambiental y sanitaria en la zona, que se detengan los cambios de uso de suelo y los proyectos que podrían incrementar el problema. Además, un atlas de riesgo actualizado y una participación efectiva en la ejecución, construcción y seguimiento del Programa de Recuperación Integral del río Santiago.La queja también será llevada a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).Luego de que el Gobierno del Estado anunciara, en diciembre del año pasado, que se suspendía la construcción de la planta termoeléctrica “La Charrería”, en el municipio de Juanacatlán, los pobladores de dicha localidad, a los cuales se sumó otro grupo de habitantes de El Salto, Tonalá y Zapotlanejo, pidieron que también se detenga la construcción del gasoducto Villa de Reyes-Aguascalientes-Guadalajara, así como todos los megaproyectos energéticos sobre el río Santiago. “No pueden hablar de una restauración si todas estas afectaciones no se detienen a tiempo”, dijo una de ellas.La nueva macrorrecomendación que prepara la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) se emitirá porque, 11 años después, la primera requiere ser actualizada.El domingo, este medio publicó que el coordinador de Seguimiento a Recomendaciones de la CEDHJ, Fernando Zambrano, adelantó que “se tiene que generar una reestructura porque algunos puntos ya se encuentran desfasados, no cumplen el fin con el que fueron emitidos. Estamos trabajando en una nueva versión que atienda la realidad actual”.Así, la defensoría revisa lo que ya se hizo en torno al Santiago, lo que se dejó de hacer y lo que se está haciendo. “Estamos trabajando en una nueva versión de una nueva resolución que atienda la realidad actual, que no es la misma de hace 11 años”, dijo.La primera macrorrecomendación fue emitida tras la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, intoxicado por arsénico al caer a las aguas del contaminado afluente.La Comisión sugirió 204 acciones inmediatas, pero al no estar obligadas de acatarlas, cada dependencia respondió como quiso o, de plano, las ignoró. Y una década más tarde, el tufo a descomposición y la espuma tóxica continúan acumulándose en torno al afluente.Gabriela Domínguez, investigadora de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) y autora de un estudio entregado entre 2010 y 2011 a la Comisión Estatal del Agua (CEA) sobre los daños que deja la contaminación del río Santiago a quienes viven en sus proximidades, informó que realizará un nuevo informe, pues el problema empeoró.“Volví al sitio y percibo que la condición de la contaminación se ve peor que antes. Y aunque no fuera muy perceptible en el río, sí lo es en el crecimiento del complejo industrial. No sólo no se ve una mejora, sino que se ve una problemática más grande de lo que pudo haber sido hace nueve años”.Para el nuevo estudio, añadió, se trabajará en conjunto con las personas afectadas. Y no sólo con niños y adultos de El Salto, Juanacatlán, Tonalá y Guadalajara, sino en las 14 localidades por las que pasa el río y la zona del Alto Lerma. Esto para abarcar también las poblaciones aledañas al lago de Chapala.Dijo que la primera opción de financiamiento será buscar fondos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), pero de no tener éxito en las convocatorias buscará otras opciones para comenzar lo más pronto posible.El estudio, entregado en octubre de 2011 a la CEA, revela que al menos 330 niños que habitaban en los municipios aledaños a la cuenca estaban expuestos a sustancias tóxicas como plomo, benceno y cadmio, y tenían alteraciones en su sangre, así como problemas neurocognitivos.Éste permaneció bajo reserva hasta la administración actual. El Gobierno del Estado afirmó que “no oculta ni reserva información sobre el río Santiago” y que, por el contrario, se realizan acciones para garantizar su saneamiento.La investigadora afirmó que no la ha contactado autoridad alguna para sumarse a las acciones, y que sólo recibió un mensaje de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) en el que le pedían el informe completo, pues la Dirección de Salud Pública no tenía conocimiento de su contenido. “Les expliqué que ese documento completo lo tenían en su poder desde 2011 y que buscaran en sus archivos. No me volvieron a buscar”.Melina Gallegos, habitante de Puente Grande, sólo tiene el recuerdo que le compartió su abuelo sobre el río Santiago. Él le comentaba que allí se podía nadar, pescar y comer. Era el núcleo que reunía a sus habitantes. Hoy prefiere salir de allí para no enfermar. “Hoy (el Santiago) está contaminado porque los gobiernos y los empresarios se han enriquecido con la corrupción, a costa de la salud de los pueblos”. La zona, afirmó, continúa llenándose de desarrollos y fábricas, una percepción que comparte Graciela González, quien vive en El Salto e incluso exige una compensación. “Empresarios: vayan pensando cómo nos van a pagar los daños. Ya se enriquecieron y siguen haciéndolo. Vayan pensando cómo nos pagarán. Gobierno de Jalisco: tu silencio es asesino”.