Guadalajara ha sido descrita ya como un “semillero de artistas” y las galerías en la ciudad viven momentos de oportunidad, pues los últimos años han pasado por transformaciones que permiten brindar mejor apoyo y servicios para artistas y coleccionistas. En estos términos, Josefina Camarena, delegada en Jalisco de la Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas, dice que los artistas -para promocionar y vender su obra- pasan hoy por una etapa que, gracias a “las redes sociales y sitios web”, ha ido “cambiando para bien”.Si los galeristas pedían exclusividad, gestionaban espacio, iluminación, impulso en medios y edición de catálogos, además de eventos sociales, llevaban mano en las ventas y la falta de transparencia en los procesos afectaba a los artistas; con todo, ahora “sí hay una protección”, aunque deben seguir atentos a sus contratos y al registro de sus obras en el Indautor.Por su parte, Mimí Mendoza, quien desde el 2000 está al frente de Mimí Mendoza Art Gallery, destaca que la clave está en ofrecer “confianza”. Agrega que tener “una visión diferente” le permite brindar servicios para el arte de jóvenes creadores y así “promoverlo y acercarlo a la gente”.Así, este momento es “una buena experiencia”, pues los coleccionistas jóvenes están “admirando y valorando el arte”, invierten bien y “los asesoramos y tenemos a su disposición piezas contemporáneas y contacto con artistas”. Jalisco cuenta con 81 galerías, según el Sistema de Información Cultural (SIC) del Gobierno de México; del total, 34 se encuentran en Guadalajara, y actualmente, este sector está viviendo un momento de consolidación, aunque aún hay puntos por ajustar.En entrevista con EL INFORMADOR, la galerista Mimí Mendoza comparte que ha atestiguado la evolución de las galerías locales en los últimos años, algo que ha beneficiado a una nueva generación de creadores y a los coleccionistas; de estos últimos: “Hemos tenido algunos nuevos, jóvenes, algo bueno porque traen una visión diferente y han estado más cerca del arte gracias a todo lo que se hace en la ciudad para promoverlo y acercarlo a la gente”.De esta forma, la dueña de Mimí Mendoza Art Gallery describe este momento como “una buena experiencia, pues estos coleccionistas están admirando y valorando el arte. Quizá, como van comenzando, no cuentan con el mayor presupuesto, pero el gusto es indiscutible; estos jóvenes —que van desde los 27 a los 35 años, en su mayoría— están encantados y la adquisición de piezas en ellos es como una adicción, su visión les permite valorar el arte e invierten bien. Nosotros los asesoramos y tenemos a su disposición piezas contemporáneas y contacto con artistas; eso les da confianza”.Esta actualidad que describe Mimí Mendoza muestra una evolución del sector, y se suma al contexto que explica a esta casa editorial Josefina Camarena Martínez, delegada estatal en Jalisco desde el 2018 de la Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas (SOMAAP), quien explica que “Antes un artista tenía la obligada necesidad de tener el contacto con galeristas para promocionar y vender sus obras; ahora con las redes sociales y los sitios web ha ido cambiando para bien para el artista, desde mi punto de vista”, porque explica que anteriormente se veía un abuso frecuente por parte de los galeristas.Cabe señalar que aunque hay una nueva generación de coleccionistas que mantiene en movimiento al mercado del arte y la presencia de las redes sociales democratiza al sector, Josefina Camarena confiesa que aún hay galeristas que cobran el espacio por el uso de la sala o la renta del espacio de la galería y además los artistas tienen que llevar a sus invitados y posibles compradores.Así mismo, resalta que sigue presentándose el hábito de no hacer contratos bien estipulados, o donde no hay registro de obra en el Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) y esto hace que el artista ya no tenga la posibilidad de defenderse de una manera más sencilla.Señala Josefina que sigue sin haber un organismo que regule esto: “Hay gremios más organizados como los de los músicos y los literatos, tienen más candados con la cuestión de la propiedad intelectual y con sus contratos, pero el gremio de los artistas plásticos ha estado muy desprotegido, porque los artistas están enfocados en ser creativos y no vendedores”. Comparte que los artistas también tienen sus observaciones, como el hacer bien sus investigaciones, no hacer temáticas repetidas, ser originales y no retomar o “inspirarse” de imágenes en Pinterest, así como poner atención en sus contratos. Uno de los objetivos que tienen las galerías en la actualidad es ampliar la variedad de sus servicios; de acuerdo con Mendoza, esto “favorece a los artistas, pues les otorga un currículum más amplio y se les da una plataforma mediática muy buena. Ahora, por ejemplo, estamos en planes de ‘entrar’ a MACO el año entrante, donde se comparte espacio con galerías internacionales y, con ello, pensamos además en diversificarnos a ese nivel, un gran proyecto para el exterior”.Esta diversificación, detalla la galerista, “se ha desarrollado: ahora se ofrece consultoría y asesoría especializada; tenemos también un mercado secundario, de modo que se brinda garantías a quien adquiere una pieza, porque la adquirimos de vuelta y da confianza que tengan la posibilidad de adquirir una nueva obra; a eso se suma el tema de las subastas, que ha funcionado muy bien; la conservación de esculturas monumentales y las exposiciones urbanas, lo mismo aquí que en México, San Miguel de Allende o Querétaro”. Una galería que rompe con los modelos del pasado y las viejas prácticas es Mimí Mendoza Art Gallery, la cual reúne hoy día a grandes artistas, y gracias a ellos, así como a la confianza de los coleccionistas, se ha consolidado como una de las mejores, pues cuenta con el talento de más de 20 artistas contemporáneos de prestigio nacional e internacional -como Toni Guerra, Lucía Maya o Joao Rodríguez, entre muchos otros- y destaca en un mercado competitivo, gracias a su atención personalizada.En cuanto a la relación con los creadores, establece Mimí Mendoza, su directora: “Apoyamos mucho a nuevos talentos, pero no sólo se trata de apreciar su trabajo e invertir, también se les brinda el tiempo de asesoría y se busca el espacio para sus exposiciones, lo mismo que colocar su obra en subasta junto a la de artistas consagrados; todo es para apoyarlos. Con las últimas subastas, de hecho, hemos tenido mucho éxito y la gente se muestra contenta. Este año comenzamos con una exposición de Joao Rodríguez y vendimos más de la mitad”.Con todo, este éxito se replica en los distintos puntos de venta de la galería, “que también funcionan porque igual se sustentan en exhibiciones -colectivas e individuales-; y además, nosotros tenemos ya programado el año completo, lo mismo en subastas y hay un proyecto de exhibición de escultura urbana”. El desarrollo del sector de galerías en el Estado no para y Miriam Villaseñor, titular del OPD de Museos, Exposiciones y Galerías (MEG) de Jalisco comentó a esta casa editorial que en la Galería Juan Soriano -administrada por el Estado- ayer se inauguró el proyecto Núcleo de Artes Vivas y Educación (NAVE), el cual se gestó desde diciembre a partir de la Secretaría de Cultura y la Licenciatura en Artes, donde se creó una especie de laboratorio permanente de actividades educativas que permiten no sólo apoyar a la profesionalización de los estudiantes; sino también ayudar a que las personas que viven alrededor puedan tomar clases y charlas. La investigación de “Los Teoremas de Goya” es otro de los proyectos ambiciosos que tiene el MEG en desarrollo.Josefina Camarena Martínez, quien es artista plástica con actividad en el medio artístico desde hace más de 30 años y ha sido jurado del Premio Jorge Martínez en todas su ediciones, recuerda que para pintores de la generación de su tío Jorge Martínez la relación con los galeristas llegó a ser desgastante, al grado de pensar él montar su propia galería, “porque los galeristas querían la exclusiva y ese derecho implica muchas obligaciones, que las galerías serias sí las cumplían y otras de plano para nada”.Expresa que pedir la exclusividad hablaba de que había que tener buen espacio para las piezas, así como buena iluminación, promoción en medios de comunicación y una serie de catálogos bien editados, más los eventos sociales. Pero luego venían algunas variables donde el artista no se enteraba quién había comprado su obra, y el que adquiría la pieza tampoco tenía los datos del creativo, “porque ese era el plus del galero”, porque entonces así podrían hacer directo la venta.Con estas acciones dejaba de haber un registro de la obra, como ahora sí sucede a través del pago por seguimiento, donde ahora sí hay una protección para el artista. Comparte además que cuando se hacían las inauguraciones se vendía buena parte de la obra del artista o sino es que toda, “pero entonces venía el viacrucis que muchos artistas viven y vivieron, en donde gente que pagaba la obra de inmediato, en esos ayeres más con tarjeta de crédito, no pedían factura, no pedían carta de autenticidad… las cuestiones fiscales no estaba tan apremiantes y cerradas como ahora”, así que el artista no sabía si el cliente había pagado al 100% su pieza, y esto podría dar lugar a que el galerista “jineteara” el dinero.El artista en otras ocasiones tenía que bajar el precio de su obra porque el cliente quería un descuento, pero el galero no bajaba el precio de su comisión, así que ante la presión, el creativo terminaba cediendo y ganando menos de lo que se había contemplado. “En el mundo del arte una cosa es lo que vale (la obra), otra es lo que yo digo que vale y otra en cuánto la compran, es muy complejo hablar de la venta de obra de arte”, finaliza. Josefina Camarena Martínez explica que la SOMAAP es una sociedad de gestión colectiva donde a los socios se les brinda un apoyo jurídico para que en caso de plagio, o de cobro de regalías, sea esta institución quien lo haga. Con motivo del Día Mundial del Arte -15 de abril-, la SOMAAP organizará próximamente una exposición en la Casa Museo López Portillo. La pandemia por el COVID-19, sin duda, afectó decididamente todas las áreas de actividad conocidas; así, en el ámbito de las artes plásticas y su exhibición, diferentes espacios a cargo del sector público fueron cerrados y otros de carácter privado entraron en receso; asimismo, la contingencia sanitaria demandó acciones creativas y decididas por parte de quienes laboraban en galerías para, con determinación, enfrentar estas particulares circunstancias de la mano de artistas, coleccionistas y promotores.Conviene, por supuesto, recordar que tanto galeristas como organizadores de exhibiciones enfrentan cada día tareas complicadas y muy diversas, los problemas surgen donde uno menos se lo espera y hay que estar preparado para resolverlos; no se trata, pues, de un trabajo convencional y, en muchos casos, los resultados no compensan el trabajo invertido. De cualquier forma, para espacios y organismos que enfrentaron este periodo, hubo estrategias diversas que funcionaron y sus encargados las comparten con EL INFORMADOR. En este sentido, para Josefina Camarena Martínez, delegada de la Sociedad Mexicana de Autores de Artes Plásticas capítulo Jalisco y miembro del Centro de Investigación de Arte No Figurativo (CIANF), se decidió “hacer presencia ante un evento trascendente como fue la pandemia; se montó la exposición ‘Cuarentena’, con obra de 24 artistas, en la Galería Javier Arévalo de Zapopan. Ahí hicimos ‘Gallery Street’ para que, ante las restricciones, la gente pudiera apreciar los contenidos al interior de la galería”.De igual manera, refiere la también artista, se hicieron sesiones de galería “virtual” para seguir “compartiendo y actuando con otros foros —incluso internacionales—; ahora, la creatividad de los artistas se vio impactada por la situación y los temas se volvieron más dramáticos en algunos casos, con discursos y lenguajes que no habíamos visto”.Además, se hizo el Primer Encuentro de Arte Abstracto, en Pinar de la Venta, “donde la comunidad de artistas figurativos interactuaron con los abstractos en la muestra de pequeño formato; después la exposición se hizo itinerante y llegó a la Galería Jorge Martínez y, el año pasado, planeamos el segundo encuentro que, esperamos, tenga itinerancia para Lagos de Moreno y, después, Querétaro y Morelia. Los resultados, creo, han sido notorios tras estos esfuerzos”. Por otra parte, Maythé Loza, de Galería Bruna, refiere que durante la pandemia, el espacio se apoyó “en el trabajo virtual, que fue muy importante; esto, en cuanto a difusión en redes, control de accesos —para mantener a las personas lo más seguras posible— así como el seguimiento de medidas como el uso de cubrebocas y aplicación de gel. Todo lo indicado por la mesa de salud”.Asimismo, destaca Loza que en ese periodo se llevaron a cabo visitas “programadas” a solicitud; “es algo que seguimos haciendo y, aunque estamos abiertos al público, recomendamos agendar para hacer las cosas de mejor manera. Ahora, la gente respondió muy bien, gracias a la atención personalizada y los resultados fueron óptimos”. Para Aidé Juárez, al frente de Galería Vértice por casi tres décadas, una de las claves para continuar “en activo” durante el periodo de pandemia fue que “realizamos subastas en línea, siempre en formato de Zoom, lo que nos dio muy buenos resultados”; a diferencia de otros espacios, no efectuaron visitas programadas, “pero no perdimos nunca el vínculo con los coleccionistas y artistas”.Bajo esta estrategia, “los resultados fueron excelentes”, asegura, “se nos triplicaron los nuevos coleccionistas gracias a esta modalidad; la verdad es que nos funcionó porque podían vernos desde Monterrey, Ciudad de México, incluso gente de Guadalajara que vivía en Los Ángeles (California) o El Paso (Texas), en los Estados Unidos”.Una de las galerías de arte contemporáneo más importantes y con más trayectoria en Guadalajara es Curro, la cual fue fundada a finales de 2008 como Curro & Poncho y en 2013 quedó establecida sólo como Curro. Este 2023 el proyecto fundado por Curro Borrego estará cumpliendo 15 años, a propósito EL INFORMADOR conversó con él sobre el desarrollo y la evolución de la galería.“A fin de año vamos a cumplir 15 años, lo que nos hace la galería de arte contemporáneo más antigua en la ciudad. Comenzamos de manera muy orgánica intentando buscar nuestro lugar en la industria creativa, viendo dónde encajábamos, yo en lo personal, viendo qué aportaciones podía dar para formar parte de esto. Empezamos con una selección de artistas principalmente locales, pero siempre la estrategia fue con miras de salir de la ciudad y del país, mostrando el arte en todos lados, creando un circuito internacional”.Durante este tiempo se han desarrollado 45 exposiciones y ha habido presencia en 50 ferias de arte en: París, Río de Janeiro, Miami, Nueva York, Chicago, Dallas, Ciudad de México y Bogotá, por ejemplo. Sobre cómo es el esquema para montar las exposiciones en Curro, acota Borrego: “Nos gusta pensar que tenemos un protocolo muy establecido, pero como todo el tiempo intentamos innovar y proponer algo fresco, sí cambiamos mucho de opinión en el camino, pero normalmente la idea es hacer cuatro exposiciones al año en el espacio con los artistas que trabajamos y en algunas de ellas con artistas invitados”.Desde 2020, un poco antes de que comenzara la pandemia, Curro inauguró su nuevo espacio, en Santa Tere, en la calle Andrés Terán 726 en Guadalajara, anteriormente se ubicaba en la Torre Cube en Puerta de Hierro. “Ahora en este espacio hay mucha más versatilidad para hacer proyectos mucho más ambiciosos y retadores para los artistas”. Sobre cómo están vocacionando y gestionando el espacio en Galería Curro a partir de qué tipo de exposiciones y artistas quieren presentar, resalta Borrego que están en la búsqueda de voces diversas, “que hablen de distintas cosas con distintas estrategias”, externa que están investigando más sobre dibujo, pintura, instalación y performance, “nos interesa todo el tiempo estar ampliando el abanico y obviamente seguir apoyando a los artistas con lo que estamos trabajando desde un inicio, pero siempre empujando para proponer cosas frescas, porque más que para el público, nosotros también nos aburrimos de llevar una línea demasiado clara, hasta sorprendernos a nosotros mismos nos ayuda bastante”.Galería Curro trabaja con artistas como: Adam Parker Smith, Alejandro Almanza Pereda, Andrea Galvani, Claudia Peña Salinas, Cristina Garrido, Daniela Libertad, Francisco Ugarte, Juan Capistrán, Mauricio Alejo, Octavio Abúndez y Richard T. Walker. “Estos son los que representamos, lo que quiere decir que trabajamos con ellos para cuidarlos en su carrera y en la producción somos también un apoyo para ellos. Y en nuestra gira internacional de ferias son también los artistas que estamos mostrando”.Justamente acaban de cerrar una exposición de Alejandro Almanza Pereda llamada “El triunfo de la derrota”, una muestra de esculturas de concreto y cantera. La galería también estuvo en Zona Maco y ahora prepara un proyecto sorpresa. Próximamente Curro también estará en ferias de Chicago y Nueva York, entre otras. CT