Yuri entrega todo a su público en las Fiestas de Octubre

GUADALAJARA, JALISCO (30/OCT/2010).-  Camaleónica, colorida, con chispa y además con una voz privilegiada. Los atributos que le han permitido ser una sobreviviente en el medio musical a Yuri son muchos, aunque indudablemente es la fidelidad del público el más importante.

Esta conexión entre la jarocha y sus seguidores quedó refrendada el viernes por la noche, en el Palenque de las Fiestas de Octubre, donde la rubia se presentó con lo más fino de su repertorio en una noche donde dominaron las coreografías, la energía y un sentido el humor pícaro y a la vez inocente.
La artista saltó al escenario en punto de las 00:23 horas, ataviada con un vestido blanco con plata, el primero de los muchos que usaría a lo largo de la noche. Acompañada por sus bailarines, Yuri se apoderó del escenario y de la atención de los espectadores, quienes llenaron tres cuartas partes del recinto ferial.

“Guadalajara buenas noches, muchas gracias por el esfuerzo que hacen en venir a verme”, saludó la intérprete, con la inmediata ovación del público.

Rubia carismática

Con los años, la calidad en los espectáculos que ofrece la jarocha ha ido en aumento. En esta edición el escenario se adornó con luces robóticas, pequeños cañones que arrojaban fuego y confeti, además de que en las pantallas que están sobre el ruedo se proyectaron animaciones y videos destacados de la artista.

Hey hey (Hombres al borde del ataque), Detrás de mi ventana, El espejo y Maldita primavera fueron algunos de la veintena de temas que la artista interpretó con una calidad vocal envidiable, siempre invitando al público a acompañarla en los coros e incluso quedándose callada ante el griterío con el que fueron recibidas sus melodías, entre ellas el clásico Con el apagón.

La discografía de Yuri quedó plasmada en su show, donde se combinaron los temas bailables “para hacer relajo”, como explicó la cantante, con las canciones que hablan de desamor y oportunidades perdidas. Y mientras en los primeros siempre contó con la ayuda de su equipo de bailarines, en los segundos generalmente se quedó sola en el escenario, creando de paso una atmósfera íntima.