Ya sueña con su bebé Fernando del Solar anhela la paternidad

El conductor Fernando del Solar tuvo la premonición de que el bebé que espera con la conductora Ingrid Coronado es niña y se llamará Isabella, pero si el sueño le falla y es niño, le pondrán Luciano.

Platicó que “yo la he soñando y es una niña, no sé si fue un simple sueño o premonición, pero yo me levanté un día con la imagen de que era una nena la que yo tenía en brazos. De hecho, Ingrid siente que también será niña”.

Una historia de telenovela es la relación que ahora tienen los conductores del programa Venga la alegría. Fernando lo califica como un reality show, porque de grandes amigos ahora tienen tres meses como pareja y esperan un bebé que está en la semana 12 y 15 días de gestación. “Ingrid era mi compañera de trabajo y mi mejor amiga, ahora aparte de ser mejores amigos, es mi pareja a cuadro; ahora trabajo con mi mujer, con mi familia, y mi bebé está creciendo al aire en un reality que vivo plenamente”.

Fernando contó que cuando regresó de un viaje, que en realidad sería su Luna de miel con su anterior novia, Ingrid Coronado fue la que le pidió estar con él. “De un día para otro, las cosas se dieron. Yo estaba pasando por una tremenda crisis existencial de que ya no me casaba, pues había terminado la relación (con su anterior novia la también conductora Ivette), y pasó un tiempo. Yo tomé mi viaje de Luna de miel solo y eso me sirvió para meditar. Cuando llegué, me dice (Ingrid): ‘¿Por qué no?’ y yo le dije: ‘Déjame pensarlo’. Yo parecía la vieja (risas), pero no había nada qué pensar, era un sí seguro, pero fue como un tiempo para liberarme, pero no me tardé mucho, (risas)”.

El conductor lee libros sobre paternidad, observa documentales, guarda las fotografías y los videos de los ultrasonidos y hasta sufre las consecuencias del embarazo.
Su relación, dice, es especial, cada quien tiene su lugar en el trabajo, a la salida del foro de TV Azteca no se hablan. “Imagínate, estamos todo el día juntos, mis amigos son sus amigos y al estar todo el tiempo juntos se pierde lo bonito, la sorpresa; por eso en la noche salimos a cenar y ahí si nos platicamos cómo nos fue en el día”.