Ximena Navarrete, sin temor a los retos

GUADALAJARA, JALISCO (24/JUN/2013).- Los últimos cuatro años han sido vertiginosos en la vida de Ximena Navarrete. La tapatía vive como si estuviera todo el tiempo en una montaña rusa. Sin frenos. Ascendiendo a toda velocidad y a veces con la sensación de que todo avanza muy rápido. Pero a ella le encanta.

Ximena toma la llamada a la mitad de un día de grabaciones de ''La Tempestad'', melodrama que protagoniza en el Canal de las Estrellas, al lado del cubano William Levy. Aunque acostumbrada a jornadas de trabajo extenuantes, e incluso viajes por todo el mundo, Navarrete jamás imaginó que el ritmo de trabajo en la pantalla chica sería tan demandante.

La primera pregunta en la plática parece obligada, aunque parezca de cortesía. Las grabaciones del melodrama arrancan muy temprano y no es extraño que terminen por la madrugada. A veces el descanso para el elenco y el equipo técnico dura unas cuantas horas. ¿No te sientes cansada? Ella ríe antes de responder. “No, para nada. Es cuestión de acumular energía, con muchas vitaminas y jugo verde (risas)”. La idea de tirar la toalla no aparece en su mente.

El desgaste para la modelo, ex Miss Universo, conductora y ahora actriz ha sido mayúsculo en las últimas semanas, y más si se considera el hecho de que ella interpreta dos papeles: ''Marina Reverte'' y ''Magdalena Artigas'', dos hermanas gemelas que no se conocen. Navarrete confía a este medio que “está fuerte el ritmo de trabajo en ''La Tempestad'', pero hay que echarle ganas. Porque el esfuerzo es la forma en que se cumplen todas las metas. No hay más”.

Mirar siempre al frente y ser feliz son la frase y la palabra que ahora dominan su vida.

—Se habla mucho sobre cómo va “La Tempestad”, en especial en “rating”. ¿Qué ambiente se siente dentro de la producción?

—Nos ha ido súper bien, la gente se ha portado increíble, desde los compañeros de trabajo, pasando por el equipo de producción. La verdad yo la estoy pasando muy padre, estoy aprendiendo mucho. Todo con la idea de que la gente se enamore de la historia y los personajes.

—Dicen que lo más difícil de lograr en una novela es la armonía interna. ¿Cómo ha sido tu dinámica con el elenco?

—Mi relación con ellos es muy buena, ¡lo juro! (risas). Entre corte y corte siempre nos estamos riendo, la pasamos bien, porque si estamos metidos todo el día en esto, uno tiene que encontrar la manera de divertirse. Estoy muy agradecida con todos, me han tratado increíble.

—¿Y tú? ¿Cómo te sientes explorando la faceta histriónica?

—Muy bien. Ha sido un proceso bastante rápido. La actuación no es algo que yo haya estado buscando, es algo que entró en mi vida de forma sorpresiva, y decidí aceptarlo. Creo que ha habido un avance en mi trabajo. Mis directores y el productor están felices por lo que han visto, tranquilos por como va la novela. Entonces, todo está bien. Todos trabajando.

—Hasta ahora, tu carrera se había desarrollado por caminos ajenos a los de la actuación. ¿No dudaste en aceptar la propuesta?

—Muchas veces, en la vida que surge la tentación de hacer cosas nuevas, que algo dentro de ti te dice que tienes que hacer algo distinto, y la actuación fue el caso para mí. Los retos no me asustan. Creo que con esfuerzo y preparación es posible sacar adelante el trabajo, como todo en la vida. Eso sí, te tienes que esforzar mucho por todo aquello que quieres.

—En “La Tempestad” encarnas a dos mujeres distintas: “Marina” y “Magdalena”. ¿Con cuál de ellas te sientes más identificada?

—Creo que me encontraré cosas más parecidas con ''Marina''. Como dicen, el personaje que tienes que interpretar muchas veces tiene algo tuyo en la vida real, y en este caso ella es una mujer culta, trabajadora, que no le dan miedo los retos, que está acostumbrada a esforzarse por aquello que quiere, que ama a su mamá, que cree mucho en la igualdad y la equidad de la mujer. Esas son las cosas con las que más me identifico con ella.

—Antes de entrar en la producción tenías varios proyectos en marcha, de modelaje y conducción. ¿Cómo está tu agenda laboral ahora?

—Ahorita estoy muy concentrada en la novela. Es lo que tengo en mi mente ahora. Creo que sería impropio pensar en otras cosas. ¿Hay más opciones en la vida? Sí, las hay, es bueno tenerlas, pero prefiero enfocarme en lo que estoy haciendo. No sé si me voy a seguir dedicando a la actuación después, pero lo que estoy haciendo ahora es lo que me tiene concentrada”.

—Te coronaron como Miss Universo en 2010, desde entonces acumulas muchos proyectos, viajes, trabajo, experiencias buenas y malas, ¿cuál es la lección más importante que aprendiste de todo eso?

—Creo que el valor, el esfuerzo en tu trabajo, las ganas que imprimes en lo que quieres, eso es lo que te saca adelante en todos lados. Más allá de que sea en una pasarela o una novela, cuando uno apuesta por lo que uno quiere, le da un gran valor a su trabajo, y es lo que debe hacer toda la gente, trabajar, trabajar por lo que se quiere y esforzarse. Muchas veces esperamos que las cosas sucedan, y no esperar a que nos caigan. No perder la ilusión ni las ganas de trabajar, porque cuando pierdes eso, lo pierdes todo. Es lo que aprendí desde casa, con mis papás, y no tanto estando en la novela o en una pasarela.

—¿Cuál es la palabra que mejor te define en este momento?

—Feliz. Estoy trabajando, esforzándome por aquello que quiero, que todo lo hago con mucho cariño, para que la gente lo disfrute. Por eso estoy feliz.

CARA Y CRUZ

Sus personajes

Marina Reverte: Mujer profesional, decidida, de carácter fuerte, exitosa en el mundo empresarial y turístico. Es hermosa y segura de sí misma, aunque la vida la pone a prueba constantemente. Aunque abandonó un tiempo Nuestra Señora del Mar, durante un breve regreso se enamora de Damián (William Levy), un pescador local.

Magdalena Artigas: Hermana gemela de Marina, pero por avatares de la vida creció muy lejos de ella. Vivió una niñez llena de privaciones y abusos, lo que la hace fría y calculadora. Es rescatada del mundo de las drogas y decide romper con su ciclo destructivo.

Se enamora de Damián y, sin querer, se vuelve la rival de amores de Marina.

La Tempestad / Lunes a viernes / 21:30 horas / Canal de las Estrellas