Woody Allen, siempre crítico

CANNES, FRANCIA (06/AGO/2011).- Woody Allen es una celebridad que no tiene autocensura y que dice lo que piensa, tal y como le viene a la mente. Lo mismo ocurre en sus películas, en las que las neurosis se convierten en personajes de la vida cotidiana.

Con Medianoche en París, Allen ha logrado cautivar a la audiencia estadounidense, la más crítica en su carrera, y se ha convertido en la cinta de Woody que más dinero ha recaudado en los últimos 25 años con casi 30 millones de dólares, cinta que está a punto de estrenarse en Guadalajara.
Pero, según el propio Allen contó, nada ha cambiado en su forma de hacer cine. “De hecho sigo escribiendo a mano todos mis guiones para después transcribirlos en mi vieja máquina de escribir. Es una Olympia que tengo desde los 16 años. Es lo único que necesito, porque escribo muy rápido. Para nada necesito una computadora, en mi casa no hay ni una”.

El cineasta dijo que, aunque rechaza los teclados electrónicos, no ha podido resistir al furor por el iPhone. “Tengo uno, y es que además de que puedo hacer llamadas telefónicas (risas), mi asistente le cargó mil 500 discos de jazz; así que cuando viajo o salgo de casa y quiero practicar el clarinete ya no necesito cargar con mis 80 discos de vinilo, lo cual era una tortura”.

Si algo sabe este neoyorquino empedernido, es cómo capturar la belleza de las ciudades. De hecho, el retrato de París que Allen hace en su nueva cinta, cautivó al presidente francés y a su mujer, la bella Carla Bruni. “Sólo tengo buenas recuerdos de los Sarkozy. Creo que Nicolás es un buen hombre, de buenos sentimientos y que quiere lo mejor para su país. Es una persona inteligente y que no se siente superior ni tiene aires aristocráticos. Convivir con ellos fue interesante porque pude ver su vida familiar y lo normales que son”.

El cineasta habló también sobre Carla Bruni: “Es una mujer bellísima, sólo al verla me quedé fascinado por su elegancia. Lo que más ilusión le hizo al proponerle un papel en la película fue que tendría algo que enseñarle a sus nietos”.

Con Obama hasta el final
Respecto a la política, Allen es un demócrata de hueso colorado que no teme mostrarse fiel a la causa Obama de apertura y multiculturalidad. Por ello, no es de extrañar la caricatura que hace en la película de los americanos blancos y conservadores que simpatizan con partidos como el Tea Party. “No creo que todos los seguidores de Obama sean personas inteligentes, pero sí creo que todos sus opositores son gente de poca visión y miras estrechas. Recuerdo el momento en que Francia decidió no apoyar a Estados Unidos con la guerra de Iraq y entonces una de sus propuestas era cambiarle el nombre a las papas a la francesa, por papas de la libertad, es absurdo (risas). Pero es que ellos son así, estúpidos. Para mí, esa estupidez es graciosa, ideal para una película”.

En contraposición, aparece el personaje de Inez, está su novio Gil, un burgués soñador y con aires de escritor al que da vida Owen Wilson, el alter ego del director. “Quería a un actor como él, con un aire más relajado, más californiano, menos intelectual. Pero por supuesto es un papel que podría haber interpretado yo mismo si fuera más joven, porque tiene mucho de mí”.

Quiere cenar con Berlusconi
Actualmente Woody filma en Roma la película The Bop Decameron que tiene entre su elenco a Roberto Benigni, Jesse Eisenberg, Ellen Page, Penélope Cruz, Alec Baldwin y Judy Davis.

Y, aunque todavía no se ha sentado a la mesa con Berlusconi, afirma que le encantaría tener oportunidad de hacerlo. “Estoy convencido de que estaría en desacuerdo con él en todos los temas de los que habláramos, pero me gustaría reunirme con Silvio, conocerlo y cenar con él. Creo, al igual que el personaje de Owen Wilson, que las personas civilizadas podemos discutir cualquier tema sin que eso implique no poder ser amigable y tener un encuentro social. Para mí, esa es la base de la democracia”, finaliza el cineasta.

''Sigo escribiendo a mano todos mis guiones para después transcribirlos en mi vieja máquina de escribir. (…) Es lo único que necesito'', Woody Allen, cineasta.