Vives por la música

GUADALAJARA, JALISCO (22/MAY/2013).- Algunas cosas en la vida tardan en aparecer. Otras llegan en su justo momento. La fama llegó de forma explosiva para Carlos Vives hace 20 años, cuando comenzó a sonar en la radio el tema ''La gota fría''. Pasó de ser un músico que luchaba por ganarse un lugar en el gusto del público en su natal Colombia, a “una bomba latina”, que era tocado en fiestas desde Canadá hasta Argentina.

En estos 20 años, la carrera de Vives ha dado vuelcos en diversas direcciones. De ser uno de los últimos grandes vendedores de discos, al silencio. De hacer versiones de las canciones que él ama del vallenato, a trabajar en la creación de temas para otros cantantes. De tener el calendario lleno de presentaciones a pasar largas temporadas sin pisar el escenario. Pero en las buenas rachas, como en las malas, jamás perdió el objetivo, no olvidó la razón por la que se subió por primera vez a un entarimado. “Porque allí me divierto. Allí está mi vida”.

Actualmente Vives promociona el álbum ''Corazón profundo'', el más reciente, y que le permitió salir de una etapa de silencio que lo alejó casi tres años del escenario y, además, ocho sin lanzar un trabajo inédito. “Ya me urgía regresar. No es que en todo este tiempo no haya estado haciendo nada. Porque sí lo hice, vaya que trabajé. Compuse y produje para otros artistas, y lo disfruté mucho. Aprendí mucho también. Pero en todo este tiempo no dejaba de suspirar por el escenario, y de pensar en regresar. Hasta que se hizo”.

En un medio tan cambiante, el colombiano demostró que la sobrevivencia musical no pasa por tener un tema en el tope de las listas de popularidad, tampoco de lanzar discos cada año o de protagonizar un escándalo que lo regrese a las portadas. Vives entendió que la clave es la paciencia.

El gran plan

Platicar con Carlos Vives es como abrir un enorme baúl de recuerdos sin saber muy bien qué es lo que hay adentro. Es un conversador apasionado, de esos que tienen una anécdota tras otra, que brincan de la infancia a la madurez con la velocidad del pensamiento, y cuyas pláticas, casi todas, concluyen con una carcajada.

Aunque ha vivido al amparo de la música durante años, Vives no es de los artistas que dicen haber comenzado a tocar en la cuna. Tampoco es de los que ya se sentían cantantes por el hecho de haber participado en algún concurso escolar. La música y él caminaban por senderos cercanos, pero distintos, hasta que entonces sucedió: se encontraron.

¿Y si no hubiera sido cantante? La pregunta le dibuja una sonrisa al colombiano de forma inmediata. “Yo hice muchas cosas antes de ser cantante. Siempre fui muy curioso, y es algo que conservo. Querer saber de esto, de aquello. Estudié medicina, porque quería ser médico, como mi padre. También quise ser futbolista, porque es un deporte que me apasionaba”. Vives guarda silencio tras decir esto, estalla en una carcajada y corrige “perdón, me sigue apasionando el futbol. Pero la música ahora acapara muchas de mis pasiones”.

Sin saber que ese iba a ser el camino que marcara su vida, la música siempre estuvo allí, presente en su vida. “Cuando era pequeño, mi abuelo nos llevaba de viaje, y en la carretera íbamos escuchando música. De hecho, íbamos escuchando un solo cassette. Se acababa un lado y ponía el otro. Se acababa ése, y volvía a poner el primero (risas). ¿Y saben de qué era el cassette? De música de mariachi”.

Ícono del vallenato colombiano, Carlos reconoce que en su infancia la música mexicana jugó un papel fundamental en su formación sonora, y también en sus gustos. “A mí me encanta, como buen colombiano. Allá el mariachi es muy popular. Tengo grandes amigos del género, como Alejandro Fernández”.

El cantante no descarta que en un futuro, más cercano que lejano, lance algún material con música vernácula mexicana. “Sí, viene algo, pero todavía no puedo comentar mucho. Hay planes”, esboza, sin querer entrar a fondo en el tema. “Hay un toque de la influencia mexicana en el ritmo del vallenato. De mariachi que me gusta, me acuerdo de Pedro Vargas y José Alfredo Jiménez”.

El valor de la fama

Con casi 30 años de carrera, Vives sigue encontrando “primeras veces”. Por ejemplo, el intérprete de ''Fruta fresca'' apenas está armando la que será su primera gira por México, que tentativamente se llevará a cabo en el último cuatrimestre de 2013. “He venido muchas veces a este país hermoso, y a esta ciudad (Guadalajara). Pero por una razón u otra era siempre de promoción, nunca a tocar. Y ahora sí, se está armando una presentación, porque es algo que tenía pendiente”.

El motor para cada gira es el cariño del público, agrega. Mientras otros artistas prefieren esconderse y limitar su contacto con los ''fans'' a los conciertos, el colombiano no duda en firmar cada autógrafo y posar para cada foto que le soliciten. “Este tipo de cariño es algo que no puedes pagar”.

Con una carrera que ha tocado cientos de ciudades y millones de oídos, ¿alguna vez se ha cansado de ''La gota fría''? El cantante no termina de escuchar la pregunta cuando ya tiene la respuesta: “Jamás. Es una canción hermosa del maestro Emiliano Zuleta, un clásico del vallenato que incluí en mi disco 'Clásicos de la provincia' (1993). No me he cansado de ese tema, como de ninguna que incluyo allí. Son temas que me abrieron muchas puertas, y con los que siempre me voy a sentir agradecido”.

FRASE

"Hay cosas de las que uno no se cansa jamás, y la música es una de ellas".

Carlos Vives, cantautor.

EL CAMINO

Discografía selecta

> Clásicos de la provincia (1993)

> Tengo fe (1997)

> El amor de mi Tierra (1999)

> Clásicos de la provincia II (2009)

> Corazón profundo (2013)