¡Viva Coldplay!

GUADALAJARA, JALISCO.- Si el sonido tuviera color, podría decirse que Coldplay domina casi a la perfección la paleta de colores del suave pop rock británico.

La banda comandada por Chris Martin no escatimó recursos para conquistar al público tapatío que a cambio regaló un lleno y un coro monumental en el Estadio Tres de Marzo. Y es que si el ambiente a las afueras del recinto ya transpiraba a adrenalina, lo que sucedió ayer por la noche sale de este matiz para entrar en otro campo.

Coldplay se hizo del rogar. Apareció rebasadas las 21:20 horas y a partir de entonces se apoderaron del escenario. Se saben como uno de los grupos determinantes en la escena de la música mundial, pero eso no los obliga a adquirir las poses de divas que otros colegas suyos asumen al vender millones de discos. Al contrario, la energía irradiada por la banda, especialmente Martin, fue amplia. Corrieron, saltaron e incluso hubo saludo en español: “Buenas noches, damás y caballeros”. Con eso, era difícil que el público no cayera “redondito”.

Delicadeza y potencia
A Coldplay no se le encasilla como la banda británica de las baladitas, pero tampoco se quedan en el sonido versátil y estridente. El conjunto prefiere deslizarse por diversas áreas, aunque casi siempre al romance y la nostalgia que este provoca como principales armas. Fix You y Yellow por ejemplo, fueron dos canciones celebradas y que invitaban a ser dedicadas al ser amado, e incluso incluyeron fuegos artificiales en el caso de la primera y pelotas gigantes en la segunda. El público más que acompañar las canciones del grupo, se convirtió en parte del espectáculo, aunque sí destacó el hecho de que cuando Martin pidió los gritos de sus fieles fanáticos, los obtuvo al por mayor.

Británicos y mexicanos
Una de las características más especiales que Coldplay ha adquirido en los últimos años ha sido la fascinación que profesan por la cultura latina, y en específico, la mexicana. Su interés va más allá de bautizar a su tour mundial como Viva la vida, que también es el tema de una canción, misma que fue recibida con una enorme exclamación de parte de los fanáticos y con cuyo coro se cimbró el recinto de avenida Patria.

La escenografía se enfocó más en lo versátil de la banda. Para que Martin pudiera correr a sus anchas, se echó mano de un escenario simple, donde no hubiera elementos que lo estorbaran. Enormes globos fueron colocados en las cabeceras del estadio para servir como silenciosas lamparas, mientras que fuegos artificiales y balones gigantes se hicieron presentes a lo largo de varios temas. Lo que tampoco faltó fueron los celulares, que formaron un pequeño mar de luces que siguieron con atención cada uno de los movimientos del conjunto.

Afuera del estadio, muchos que se quedaron con las ganas de entrar escucharon el concierto desde la calle. Los camellones, las paradas de autobús y banquetas se llenaron de “descorazonados” que corearon a la distancia los temas del conjunto con un cierto dejo de frustración por no haber alcanzado boleto.

Mientras tanto, adentro la fiesta siguió con un recorrido musical amplio por parte de la banda europea, que esta semana cerrará en Monterrey su gira por tierras mexicanas y de paso finaliza el tour 'Viva la Vida'.

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