Vamos al cine

GUADALAJARA, JALISCO (09/MAR/2011).- Iztapalapa es un barrio tristemente célebre de la Ciudad de México; sitio donde ocurren hechos significativos por su sobrepoblación, rezago y disposición de elevado presupuesto. Recién se dio el de “Juanito”, motivo de amplios titulares en los medios de comunicación con el tradicional desenlace: olvido.

Presunto culpable narra una historia más. La de un hombre que para su desgracia estuvo en el lugar inadecuado y fue detenido siete días después por elementos de la Policía Judicial y conducido al Reclusorio Oriente, para prisioneros de alta peligrosidad. Ahí escuchó su sentencia de veinte años por homicidio.

Este hombre llamado Toño, según su dicho, no conoció a la víctima ni al Juez que lo sentenció. Sólo dos estudiantes de Derecho dieron seguimiento al caso durante dos años hasta obtener la libertad e intentar la recuperación de la dignidad de Toño; y de paso se convierten en cineastas.

Presunto culpable narra la injusticia en un documental y con ella la actuación de las autoridades judiciales, quienes una y otra vez también son señaladas por su irresponsabilidad. Por lo mismo causa expectación el intentar, la pretensión de crear conciencia sobre el Estado de Derecho a través del cine.
La empresa exhibidora no ha escatimado espacios con el apoyo de otros medios de promoción, lo que aunque sin exentar los propósitos de “taquilla”, contempla la exposición de un drama vigente en la sociedad con la intención de cambiar algo en el sistema judicial.

El documental no tiene desperdicio, ganando premios en Los Ángeles, San Francisco, Madrid, Budapest, Guadalajara, Dubai y Morelia, dejando en precaria situación a la justicia, que lo mismo sentencia por presunción que libera por lo mismo.  ¿Qué es lo que está pasando con el Poder Judicial en México? Más que un subtítulo, es la pregunta que hacen culpables e inocentes.

Dios nos guarde de la discordia.