Vamos al cine

GUADALAJARA, JALISCO (09/FEB/2011).- Anthony Hopkins se proyecta como leyenda cinematográfica, quien aún insatisfecho por éxitos pasados con el terrible Hannibal, ahora incursiona en esta cinta que por lo pronto alcanzó la cima taquillera en Estados Unidos.

La posesión demoníaca como recuso exorcista retiene los ingredientes de terror que tanto buscan los cinéfilos jóvenes, como inspiración o analogía con las circunstancias en la sociedad.

El rito adiciona elementos de la vida real, según se anuncia. Cuenta la historia de Michael Kovak, interpretado por Colin O’Donohue, un seminarista concurrente en la Ciudad Eterna, quien acude a una escuela de exorcismo en el Vaticano, lo que la hace aún más atractiva.

Alice Braga cumple dignamente el ángulo femenino en esta exposición coherente con la vocación sacerdotal. Por su parte, la personalidad de Anthony Hopkins, atrae otra leyenda del cine, aquel de los tiempos de Alfred Hitchcock el “Amo del Terror”, director de Psicosis con aquella inolvidable escena de apuñalamiento en la regadera. Hopkins ahora personifica a un sacerdote rebelde, el padre Lucas, quien junto al seminarista aborda el tema del exorcismo y la fe.

El rito no es una película más de la cartelera. Siembra dudas y plantea situaciones que invocan la conciencia del espectador a través de un tratamiento obviamente misterioso, inductor a la reflexión. Pero lo incuestionable es el giro de la producción en Hollywood al acudir a la continuidad temática, que como ésta se convierte en éxito sólido de taquilla –el primer fin de semana arrojó los primeros 15 millones de dólares-.

Para complementar la expectación se menciona en los círculos cinematográficos de primer nivel, la posibilidad de llevar a la pantalla la vida del señor Alfred Hitchcock, interpretado por el consagrado Anthony Hopkins.

Dios nos guarde de la discordia.