Vamos al cine

GUADALAJARA, JALISCO (22/DIC/2010).- El argumento de esta película aborda un tema de actualidad bajo las vertientes de la homosexualidad y la soledad, ésta cada vez más frecuente en el mundo. La versión castellana se estrenó en España con el título: Un hombre soltero.

Su propuesta cinematográfica se basa en el original del escritor Christopher Isherwood –desaparecido en 1986, quien en vida la dedicó a Gore Vidal-, dirigida por Tom Ford e interpretada por Julianne Moore, Nicholas Houlth, Mathew Goode, John Kortajarena y Ginnifer Goodwin.

La historia está ubicada en días de crisis, por el potencial ataque de Rusia y sus misiles con amenazas constantes de Nikita Kruschev por la política de John F. Kennedy en relación a Cuba.

En ese controversial escenario el personaje central, George, profesor universitario homosexual, pierde a su pareja en un accidente automovilístico y lucha por sobreponerse en profunda soledad. Colin Firth protagoniza al hombre solo, hundido en la desesperación. Su desempeño lo hizo merecedor a la Copa Volpi en el Festival de Venecia.

Como era de esperar y suponer sobre Un hombre solo se han tenido múltiples y controvertidas críticas; más ahora como tema de actual discusión en varios países y ámbitos eclesiásticos.

El drama complica sentimientos de complicidad, angustia, pasión, lujuria y muerte. De manera que no es fácil asimilar el contenido con indiferencia; sobre todo ahora, tiempos de cambios radicales, dinámicos y acelerados en el sentimiento de una sociedad intensamente comunicada, diversificada y contendiente a través de los medios.

Si es complicado uniformar criterios sobre cualquier película, en este caso lo es más, por la ubicación de acontecimientos ocurridos hace casi 50 años y escritos 20 después; y ambos resultan coincidentes con el modo actual de pensar y actuar de muchos hombres y mujeres.
Dios nos guarde de la discordia.