Martes, 26 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Akira Toriyama es el creador de el anime original

¡Vamos a buscar las Esferas del Dragón!

Con miles de fanáticos a la espera de su estreno, la cinta protagonizada por Justin Chatwin enfrenta su prueba de fuego

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- El ánime japonés es uno de los fenómenos culturales con mayor crecimiento entre la juventud mexicana, y uno de los factores que han contribuido a que se haya convertido en el pasatiempo favorito de miles de personas es Dragon Ball -que cuenta la historia de Gokú-, un pequeño niño que entre la inocencia y la búsqueda de aventuras que comienza a recolectar las Esferas del dragón, siete reliquias que una vez reunidas invocan a un ser llamado Shen Long capaz e cumplir cualquier deseo.

Bajo esta premisa, Akira Toriyama, autor original del manga (cómic japonés) que luego saltó a las pantallas como ánime (caricatura) cautivó a millones de fanáticos que siguieron los combates y travesías de Gokú, que en su camino tuvo que demostrar que puede más el corazón que la fuerza de cualquiera de sus oponentes.

Tan jugosa franquicia es Dragon Ball, que a más de 20 años de su aparición se sigue transmitiendo y editando con éxito en diversas partes del mundo (entre ellos México), un fenómeno que no tardó en notar Hollywood, que este fin de semana estrena su particular versión: Dragon Ball Evolution.

Satanizada desde un inicio por los fanáticos más puristas de la serie, debido al abandono de la caricatura para trasladar la historia a la realidad, la película ha levantado una enorme expectativa ante las dudas que despierta entre los seguidores, ansiosos de saber qué tanto del espíritu del ánime fue posible conservar en la pantalla grande.

Jugar con magia

Justin Chatwin se sacó “la rifa del tigre”, pues a él le toca interpretar a Gokú, un papel por el que los fanáticos sueñan, pero a la vez lo pone en el ojo del huracán. Lo más suave que le han dicho, aun sin ver su trabajo es que “no sabe la importancia de su papel, es el personaje más destacado del ánime en la historia”, esto de acuerdo al sitio de seguidores de la serie dragonballcinema.com.
Pero Chatwin se lo toma con calma y afirma que sí se preparó para el papel, aunque acepta que al comenzar tenía poca idea del fenómeno que significa Dragon Ball para los jóvenes: “Lo llegué a ver algunas veces en la televisión, pero la verdad fui un niño que creció viendo G.I. Joe y las Tortugas Ninja. Dragon Ball fue una generación posterior a la mía, la de mi hermano y sus amigos, que son los que me hablaron de todo esto. Comencé a leer el manga y a ver la televisión y entonces entendí por completo en qué me había metido”.

En declaraciones que dio a la página alliwanthere.com, Justin apunta que el proceso de rodaje (que se llevó a cabo en México, específicamente en Durango y la capital del país) fue uno de los más divertidos de su vida: “Todo esto me lo tomé muy en serio. Me divertí mucho rodando la película, pero menciono lo de la seriedad porque sé que hay muchos fanáticos jóvenes que tienen que ahorrar bastante para poder ir a ver esta película. siento que es mí responsabilidad dar lo mejor de mí para que nadie se decepcione con el resultado”.

Listo para la crítica


Para quienes ya pulen armas y los críticos que han tachado a la película de ser cualquier cosa menos Dragon Ball, el actor envía también un mensaje: “Miren, cuando estaba leyendo el manga me preguntaba cuál de todas las historias iban a meter. El punto del filme es presentarle esta historia a todo el mundo, y si funciona podremos introducirnos mejor en el universo de Dragon Ball. Aquí se trata de conocer a los personajes y contar el enfrentamiento entre Gokú y Piccolo (el villano)”.

La razón asiste a Chatwin, quien recuerda una anécdota relacionada con nuestro país: “Hicimos una proyección especial para niños pobres en México, donde rodamos casi toda la cinta. Mientras la veían gritaban y se emocionaban en cada escena, fue increíble. En la premiere en Japón, en cambio, la sala estaba en silencio. Yo pensaba ‘demonios, creo que metimos la pata’, aunque después caí en cuenta que hay culturas más cálidas para expresar sus emociones”:

Los detalles:

La cinta se rodó en locaciones mexicanas: Santa Fe, el Desierto de los Leones (Distrito Federal) y Durango. El director, James Wong, explicó que eligió nuestro país porque “teníamos esta variedad de escenarios, edificios muy modernos para la ciudad y usamos los increíbles paisajes de Durango, eso nos permitió tener una realidad muy natural y a la vez muy futurista”.

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