Una obra de libertad y cicratices fronterizas

GUADALAJARA, JALISCO.- En medio de la intervención de Julio Ortega, Carlos Fuentes llegó al Salón Agustín Yánez, en la planta alta de Expo Guadalajara, para ser partícipe, como oyente, de uno más de los homenajes que la Feria Internacional del Libro (FIL) ha preparado para él.

Aunque el salón no lucía entonces lleno, nunca como en la sesión que reunió la tarde del domingo a algunos amigos del autor de La región más transparente, los aplausos llegaron como una oleada que llenó el ambiente del lugar y poco a poco se fueron difuminando.

Julio Ortega le invitó a acompañar a los ponentes -Efraín Kristal, Michael Wood y Doris Sommer- en la mesa de honor, pero él prefirió quedarse en primera fila acompañado por su esposa.

Prosiguió entonces el ensayista, hablando lo más cercano posible al micrófono para que la única bocina conectada pudiera hacer llegar su voz a todos y cada uno de los rincones del salón.

Durante su intervención, el ponente se refirió a la exaltación de la libertad en la obra de Carlos Fuentes: "Habría que pensar que la idea nace de la experiencia, configurándose a través del libre albedrío. Va a ser un horizonte en construcción y una experiencia que siempre se está haciendo y rehaciendo".

Destacó que a través de las páginas y páginas que el escritor ha dado a sus lectores, proporciona además la libertad de que éstos elijan su lugar en la novela; que ésta escoja su sitio en la literatura y que ambos "elijan su lugar en el mundo contemporáneo".

Efraín Kristal, por su parte, tituló a su intervención "Carlos Fuentes y la frontera norte, líneas, bordes y cicatrices" y se ocupó de hacer un análisis de cómo este tema aparece de manera constante en su obra.
El crítico advirtió que podría entonces reconocerse en Fuentes a un "pionero de la literatura fronteriza", quien se ha abocado a dar la cara humana del problema que enfrentan los trabajadores mexicanos que cruzan la frontera para llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.

Dando un giro a la charla, Michael Wood estableció algunas comparaciones entre el autor de Aura y La muerte de Artemio Cruz, con escritores que se han convertido en sus sucesores y antecesores, como Milán Kundera. Asimismo, destacó el alcance de la literatura de Fuentes, a través de la cual también se ha promovido un "México mundial".

El cierre de la mesa de diálogo se dio con la participación de la escritora Doris Sommer, quien tras agradecer la invitación a participar en la sesión, hizo hincapié en la relevancia de la obra de Carlos Fuentes, a quien también agradeció por su "obra generosa e inacabable para los que leemos"


RECUADRO

El escritor de la atemporalidad

El tiempo viejo, el nuevo, el romántico, el tiempo político. Las loas para el tan homenajeado Carlos Fuentes en la FIL ayer también se encauzaron hacia la "atemporalidad" en la obra del autor, dentro de la mesa redonda titulada "Carlos Fuentes. La edad del tiempo", en la que participaron los autores Héctor Aguilar Carmín, Rosa Beltrán, Santiago Roncagliolo, Edmundo Paz Soldán, Edgardo Rodríguez Juliá y Juan Francisco Ferré.

En este caso, el debate discurrió acerca de la injerencia del escritor en la creación literaria de los presentes. Su "escritura sostenida y fecunda", según dijo Paz Soldán, con la que ha estructurado novelas monumentales en las que habita la edad del tiempo, también se cuela hasta las "residencias góticas que son sus cuentos".
Rosa Beltrán, por su parte, expresó que "la única forma para hablar de su obra, es haciendo una contradeclaración donde me contextualizo". Partiendo de La región más transparente, detalló la influencia del escritor "que explica las cosas a partir de un símbolo”

Efraín Cristal, Michael Wood, Julo Ortega y Doris Sommer participaron en la mesa de diálogo "Carlos Fuentes y la literatura internacional. Una obra en el mundo", en homenaje al autor de La región más transparente.