Sábado, 23 de Noviembre 2024
Entretenimiento | La novela es una historia de aventuras para gozar y escapar por un momento de la realidad

Una hermandad, mucha suerte, nuevos lectores y un Planeta en la mano

El escritor Fernando Savater, llega a la FIL con una novela y un enorme galardón

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Aunque Fernando Savater está consciente de que la hermandad de la buena suerte le ha dado el Premio Planeta 2008, sabe que eso no es lo único, pues también representa la oportunidad de acercarse a otro tipo de lectores, quizá esos que nunca han tenido en sus manos alguno de los libros filosóficos del autor español, nacido en San Sebastián en 1947.

Lo que sí le ha dado la novela, una historia de aventuras para gozar y escapar por un momento de la realidad, es la posibilidad de comprobar una hipótesis que un día se le ocurrió: "Es una historia un poco divertida, porque en el año 1993 me presenté y quedé finalista detrás de Mario Vagas Llosa, con una novela que se llamaba El jardín de las dudas. Luego no me he vuelto a presentar nunca. Y entonces efectivamente, cada poco tiempo se hablaba de que yo era finalista, hace un par de años ya se daba totalmente seguro que yo iba a ganar.

Entonces terminé por picarme un poco, y dije 'Bueno, si sin presentar un solo libro quedo finalista, el día que presente un libro, gano seguro'".

Y así fue. Hoy tiene entre sus manos un premio gordo y con él, su presencia en Guadalajara, en el marco de la Feria Internacional del Libro, cobra otro sentido.

Sobre la novela, Savater cuenta que se trata de una novela de aventuras, "creo que es entretenida, a ratos emocionante, a ratos un poco irónica", que tiene como telón de fondo el mundo de las carreras de caballos, con el propósito fundamental de que sea un "entretenimiento inteligente".

La hermandad de la buena suerte surgió en medio de un embrollo en la vida de Savater. "Fue en un momento complicado para mí, presentamos un nuevo partido político, afrontamos una campaña electoral en condiciones muy adversas, no teníamos apoyo en los medios, dinero, nada. Por otra parte, era mi último año en la universidad, yo quería despedirme bien, lanzamos un manifiesto por la lengua común, que en España fue muy polémico… bueno, muchas cosas que hacían que la vida fue estresante", comenta.

Así que el autor se dio a la tarea de escapar de ese mundo de vez en vez, para adentrarse en otro… como en un oasis, que le permitiese crear la historia, otro embrollo en donde el control estaba totalmente en sus manos.

Al mismo tiempo, además de esa habitación de fuga, La hermandad de la buena suerte significa para Savater la oportunidad de quedar un poco "de lado" frente a sus lectores, otros distintos a los habituales. "Quería llegar a los lectores que nunca me han dedicado un momento".

"Confío en que mantengan su fidelidad (los otros lectores), para ellos puede ser un cambio de registro", explica el autor.

EL INFORMADOR / AIMMEÉ MUÑOZ

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