Un gitano en suelo tapatío

GUADALAJARA, JALISCO.- Un alma desnuda al ritmo de flamenco. Elaboradas coreografías que dejan sin aliento. Un mito viviente en escena. El espectáculo de Joaquín Cortés es un rito que todo aquel que ame el baile debe ver al menos una vez en su vida. Y ahora, los jaliscienses tendrán esa oportunidad, con la fecha que el artista anunció que dará en el Auditorio Telmex el 5 de febrero de 2010 con un show que lanza una mirada a las raíces del flamenco: Cale (que significa gitano, en su propia lengua).

Cortés propone a los asistentes un viaje a través de las pasiones y emociones que despiertan con el baile flamenco. Su cuerpo será el hilo conductor con  el que relatará las historias que han quedado marcadas en su vida a lo largo de 20 años de carrera y seis obras dirigidas.
Pero Joaquín no viene caminando a la Perla Tapatía en solitario. Lo acompaña un equipo de 16 músicos, 10 bailarinas y 40 personas que frente y tras escena prometen dejar el alma para atrapar a los asistentes con los sonidos y movimientos emanados del flamenco más granado.

Una vida dedicada al baile

Joaquín Cortés parece incapaz desde su tierna infancia de quedarse quieto aunque sea un momento. Nació en el seno de una familia gitano-española en Córdoba en 1969. Pronto sintió que el baile dominaba su corazón y con ello en mente se traslada a Madrid a los 12 años, donde ingresa al Ballet Nacional de España. A los 17 años, considerado un talento natural sin límites, asciende a la categoría de solista y se embarca en una serie de viajes por el planeta. El fenómeno apenas comenzaba.

Tras pisar los mejores escenarios del mundo, Joaquín decide que ya es tiempo de volar con sus propias alas y en 1992 crea su propia compañía llamada Joaquín Cortés Ballet Flamenco. Su primera temporada la firmó en un teatro Madrid y el “debutante” registró doce funciones con el recinto a reventar.

Pronto otras ciudades claman por tener el show. Tokio, Roma, París, Washington hacen fila para verlo. Su pasaporte se llenó de sellos y el corazón de sonrisas, aunque las cosas no hacían sino despegar para el joven bailarín.

Su camino se cruzó con el cine en 1995, cuando otro titán español, Pedro Almodóvar le ofrece un papel en La Flor de mi secreto, una experiencia que se repetiría posteriormente en Flamenco, cinta dirigida por Carlos Saura. Pero el baile pudo más que la gran pantalla, y el cordobés ha privilegiado siempre su amor por la danza, aunque eso no ha impedido que de vez en cuando acepte aparecer o hasta protagonizar largometrajes.

Una larga travesía

El álbum de recuerdos que Joaquín Cortés trae a Guadalajara es pesado. Y tiene intenciones de anexarle más hojas. Por ejemplo, ha participado igual en la ceremonia de los premios Oscar que abierto el Festival de Viña del Mar, dos hitos en la carrera de cualquier bailaor.

Donde verdaderamente ha batallado es con el purismo del flamenco. Los tradicionalistas creen que el artista ha llevado muy lejos sus fusiones y novedades. Para él, aun hacen falta más cosas que explorar. Alguna vez declaró que “fui un innovador creando una nueva corriente artística basada en la fusión. Desde luego, el flamenco es la base porque es algo que llevo en la sangre, pero mi formación profesional va más allá del flamenco y eso se ve reflejado en mis espectáculos”.

El otro asunto pendiente para Joaquín es España. Sí, su tierra ha visto su coronación como un artista definido como crucial en el flamenco, pero el reconocimiento ha sido pobre, como él mismo lo mencionó en entrevista para el diario ibérico 20minutos.com: “En todo el mundo tratan como a un mito. Fuera me ven como a una estrella de rock, actúo en estadios de 60 mil personas. He ido a países donde nunca había ido un español y me ha ido a recibir el presidente. Aquí en España no me siguen mucho. No es justo porque españoles conocidos fuera somos cuatro”.

Para algunos altivo, para otros justo, su actitud es la de un hombre que ha tenido que nadar a contracorriente para brillar en un arte que requiere una sensibilidad muy especial. El Auditorio Telmex lo comprobará el próximo mes de febrero.

Joaquín Cortés en el Auditorio Telmex / 5 de febrero del 2010 / 21:00 horas / Venta de boletos a partir de este viernes 4 de diciembre / Precios de 250 a mil 300 pesos en taquillas y al sistema Ticketmaster.