Viernes, 29 de Noviembre 2024
Entretenimiento | Última sesión de máster class en el programa de TalentCampus

Troell y su pasión por lo ficcional

El cineastas asegura durante el FICG que para él, la ficción se le acerca más que la realidad

Por: EL INFORMADOR

Durante la charla que mantuvo con los estudiantes explicó cómo adopta el final del Siglo XIX y principios del XX en sus filmes. EL INFORMADOR /

Durante la charla que mantuvo con los estudiantes explicó cómo adopta el final del Siglo XIX y principios del XX en sus filmes. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (05/MAR/2013).- Al cineasta sueco Jan Troell un evento de la realidad le afecta más a través de una película, que a través de la vida misma. "La ficción se acerca más a mí que la realidad. Alguna vez leí un libro sobre reconocer la ficción de la realidad, de reconocer los sueños, que me parecen fascinantes. A través del sueño puedes experimentar emociones más fuertes", confesó en la última sesión de máster class en el programa de TalentCampus, realizado en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).

Dicha plática se realizó este martes a las 14:00 horas en honor a él, quien por 50 años se ha mantenido vigente a través de películas como Los migrantes y El nuevo mundo, que se han abierto campo en la historia del cine. Troell se inició en el cine como director de fotografía. Su obra ha sido elogiada por Ingmar Bergman, quien le adjudicó el epíteto de "genio". Es ganador del Oso de Plata y El Oso de Oro de Berlín, así como nominado a la Palma de Oro y al Golden Globe.

Durante la charla que mantuvo con los estudiantes explicó cómo adopta el final del Siglo XIX y principios del XX en sus filmes, como una nostalgia por esa época, a través de épicas en tono lírico. "Creo que algo importante (como influencia) es que la fotografía fue inventada a mediados del siglo XIX, y con esa creación pudimos ver al mundo de manera diferente y experimentamos la vida real de otra forma. Eso fue un privilegio para los cineastas, pues con la fotografía podemos viajar por el tiempo".

Troell comenzó su trabajo a los 14 años. Vio el desarrollo de la tecnología hacia lo digital. "Yo crecí con el cine blanco y negro, por eso fue sensacional ver una cinta a color. Crecí en una familia que tenía una Kodak, por lo que yo ya había visto imágenes de mí mismo en película, imágenes de cuando yo nací y por ello el blanco y negro me ha permitido conocer la verdad", agregó.

Por estas experiencias personales, y por su iniciación en el cine, es que conoció desde el principio de su carrera la relación entre director y fotógrafo, incluso declaró que tiene que estar consciente del enfoque y de la composición, así de los movimientos de la cámara y confiar en las personas que son su equipo de fotografía con las que coopera. "En esta última película (Don över död man) aprecié mucho la posibilidad de checar cada escena después de haber hecho la toma; antes solía cambiar a blanco y negro para ver cómo quedaría".

A los presentes compartió que para aceptar un proyecto fílmico se debe sentir una llamarada que atraiga al proyecto. Él, explicó, siempre se basa en lo fotográfico, de allí se hace de una imagen. Otras veces alguien le sugiere algún proyecto y lo acepta. Va paso a paso viendo el material que ofrece el guión, sobre todo los personajes, en los que quizás se reconoce y es allí que surge la chispa inicial para que se inmiscuya. De ahí, en ocasiones, tiene varios actores en mente, una lista ideal de los actores con los que le gustaría trabajar.

A raíz de ello platicó sobre la relación entre él y los actores con los que ha trabajado. "Recurrir a actores con los que he trabajado con anterioridad me da certeza de que me gustará cómo trabaja, pero eso no quiere decir que será bueno en otro trabajo. Siempre trato de trabajar con los actores antes de filmar, sobre todo con los estelares. Me interesan también las opiniones de ellos".

Luego pasó a conversar sobre el ritmo de la acción. "Me han acusado de hacer películas con un ritmo lento pero así nací y no puedo cambiarlo. Para mí lo único importante es qué siente el público, que esté presente con los personajes. Si tú tienes una escena y la aguantas por bastante tiempo, le das oportunidad al público de observar con mayor profundidad".

En estas escenas, el sonido también es un factor importante pues, explicó, "si vemos cualquier filme, sin sonido, vemos mucho más, porque el sonido ya nos dirige hacia ciertos puntos de la imagen. Con las imágenes tenemos que descubrir adónde tenemos que dirigir la mirada en la escena".

Finalmente ofreció recomendaciones para los cineastas en formación. "Lo más importante que deben hacer es salir y hacer películas. En Suecia, por ejemplo, un cineasta hizo un largometraje con iPhone, y dicen que hizo un buen trabajo. Lo más importante para mí es que tengas una buena historia que contar. Sólo es cuestión de intentarlo. Yo no pasé por la escuela y empecé a hacer películas de corta duración que estuve compartiendo con los productores de televisión de mi pueblo. Debes confiar en ti, escucha a otros en quien tengas confianza".

Para conocer su obra
Dentro de las proyecciones a realizarse en el FICG se encuentra En frusen dröm (Un sueño frío) (1997), la cual se exhibirá en Cinépolis de Centro Magno este jueves 07 a las 16:30 horas, y en la sala Ernesto Gómez Cruz, dentro de Expo Guadalajara, el viernes 08 a las 18:00 horas. La cinta narra la historia de tres aeronautas escandinavos que intentan volar sobre el Polo Norte en el año de 1897, pero la travesía termina en tragedia.

EL INFORMADOR / RUBÉN GIL

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