Tommy Torres, un cronista del corazón

GUADALAJARA, JALISCO (17/JUL/2013).- El teléfono suena en la casa que tiene Tommy Torres en Miami. Timbra prolongadamente en dos ocasiones, y entonces el compositor, arreglista, productor, músico y cantante (sí, es todo eso) levanta el auricular. “Alo, ¿cómo va todo?”, pregunta con calidez y naturalidad.

La entrevista comienza con los tradicionales saludos que el cantante envía a Guadalajara y con el clima, después de esto, llega el tema central de la plática: ''12 historias'', el cuarto disco del cantante, y que lo tiene en los cuernos de la Luna. Un cañonazo comercial que sorprendió al músico, a la disquera y, claro, al público. “El primer sorprendido he sido yo. Y todo se lo debo a la gente”, explica el boricua.

Torres se deja escuchar sonriente durante la entrevista. El buen humor le brota a borbotones. Define su momento con una palabra: contento. Y dice que está así porque ''12 historias'' es un disco al que considera el más artístico, con el que hizo un cambio en su forma de componer.

Este material lo realizó con amigos como Alejandro Sanz, Ednita Nazario, Nelly Furtado, Ricky Martin y Arjona, con quien ahora promueve el sencillo Mientras tanto. Tommy vive un momento de plenitud, sí. Pero confiesa que va por más. Confiesa que es un hombre cien por ciento feliz.

—Dices que con “12 historias” cambiaste la forma de trabajo respecto a tus discos anteriores, ¿por qué?

—Hasta el momento había compuesto la mayoría de las veces desde el contexto de balada romántica, hablaba en tercera persona. En 12 historias, quise hacer lo que siempre había querido, pero no había encontrado las palabras para llevarlo a cabo: lo que hice fue narrar más, crear personajes, y yo quedarme en la historia, simplemente como quien cuenta una historia.

—¿Te gustó adoptar el papel de narrador?

—Bueno, cuando uno narra una historia es un poco más difícil. Primero, porque hay que mantener la trama lo suficientemente interesante como para saber qué es lo que le va pasando al personaje en cada parte; y segundo, se toma más tiempo contar la historia.

—¿Qué pensaste la primera vez que escuchaste “12 historias” ya terminado?

—Ahora que lo pienso, ¡es un disco más como de trovador, más que de pop! Es un riesgo que me tomé, pero me da mucha alegría que el público lo haya recibido como una evolución de lo que hago, aunque con el mismo sentimiento para mantenerme interesado, y al público también.

—De todas las canciones que componen el disco, por su resonancia mediática llama la atención “Querido Tommy”, un diálogo donde le das la voz a un seguidor tuyo imaginario. ¿Cómo fue el proceso creativo detrás de ese tema en particular?

—Cuando la escribí pasó por varias etapas. Primero pensé en que quería contestarle con una canción a un fan, uno que me pedía convertir sus palabras y sentimientos en música. Entonces, primero lo vi como un reto de composición, porque se arranque no sonaba fácil... Pero resulta que no fue tan difícil el proceso. La melodía de la canción aguantaba todo tipo de letra, hasta lo que no rimaba. Luego, cuando llegué a la parte de mi contestación, que está al final del tema, me di cuenta que el mensaje de la canción era ser uno mismo.

—La fórmula suena sencilla, pero ¿te imaginaste que se iba a convertir en el éxito que terminó por volverse?

—Pensé que esa canción iba a ser una de las favoritas de la gente, eso sí. Yo pensaba que era bonito para un fan saberse el tema central de la pieza, el protagonista. Pero jamás pensé que iban a pedirla tanto en la radio, o que el video iba a tener millones de vistas en internet. Me parece que ha sido una sorpresa para todos, no solo para mí, sino para la disquera, que es la mejor carta de presentación que tuvo el disco.